A qué juega el gobernador

Gobernador
Perros jugando al Póker FOTO: CASSIUS MARCELLUS COOLIDGE
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / En alguna ocasión escuché a mi abuelo hablar de su forma de clasificar a los políticos, él los separaba en jugadores de póker, ajedrez o dominó; lo retomo porque me parece interesante en este momento.

El político póker es quien sabe y conoce su suerte, tiene clara la importancia de aparentar lo que le conviene y, sabe que los cambios son indispensables, ya sea para confundir o para reforzar la mano. Juega y la apuesta es el todo por el todo, paga por ver y difícilmente dejará que vean su juego.

El político ajedrez es una persona metódica y analítica, su juego es a tres o cuatro movimientos, le divierte la respuesta de sus acciones y observa reacciones. Sabe el valor de cada una de sus piezas y siempre esta dispuesto a sacrificarlas por una ventaja. Un peón es siempre un peón, y por más que se le busque una torre nunca será un alfil.

El político dominó es puro cálculo, las fichas que tiene solo funcionan en la medida que afecten a su adversario, ya sea que lo tapen o que le cierren el juego. Las mulas pueden ser un estorbo o su salida perfecta, juega a puntos y lo importante es que su pareja sepa leer el juego.

Cualquiera de los tres tipos requiere de inteligencia, un jugador de póker siempre decide cuando entrar y subir la apuesta del juego, el de ajedrez depende de sus piezas en todo momento y, el de dominó tiene que hacer cuentas todo el tiempo y saber con que fichas cuentan sus adversarios.

Aquí lo divertido, porque no sirve para absolutamente nada, es clasificar a nuestros políticos; por desgracia, la mayoría son de matatenas o caniqueros, si bien les va. Son pocos, pero muy pocos, los que veo que observan y analizan a detalle; prácticamente a todos los sorprenden las reacciones, cuando muchas veces son de esperarse. La gran mayoría solo son raterillos de poca monta y con mucha suerte.

Vamos a ponerlo en la mesa, el actual gobierno de Veracruz está jugando póker, y muchos ya le encontraron la medida, saben que juego tiene y conocen perfectamente con qué cartas cuenta. Una tercia de cincos no le alcanza para nada y, blofear ya no le va a resultar.

Si fuera ajedrez, no juega más que el rey, y lo está dejando expuesto y listo para el jaque constante. El enroque no lleva a nada, en todo juego es una medida desesperada y por lo regular inútil.

En caso de ser dominó, pues ni idea a qué juegan, simplemente nadie le sigue el juego al gobernador y solo tiran fichas a lo menso, para deleite del adversario. Tienen un juegazo, todo es cuestión que no se tapen el juego entre ellos.

Espero equivocarme, pero no veo estrategia ni inteligencia, solo veo un actor y una serie de fichas perfecta y cómodamente agazapadas atrás del gobernador.  Los casos mal manejados le han pasado la factura al jefe y todos los colaboradores limpios, es como jugar ajedrez y proteger los peones con los alfiles y torres y dejar completamente expuesto al rey.

Creo que el estilo del gobernador, como ya lo dije, es de político póker es lo que le queda y tiene, le falta en su equipo la inteligencia para pasar al tablero de ajedrez. Hasta el día de hoy sus asesores y cercanos, supongo, no le han dicho con que cuentan sus adversarios, lo de cárcel y que regresen lo robado ya no los espanta y ahora les toca revirar a los adversarios y uno, por lo menos uno, ya tuvo las fichas como para tomarse una foto en pleno palacio, con el jefe.

La jugada es complicadísima, el riesgo es enorme y es decisión del que gobierna definir el juego.

Mi opinión y mi, muy pero muy humilde, consejo es, pase del póker al ajedrez; analice sus piezas y piense muy bien cuáles está dispuesto a sacrificar. Muchas veces para sacar de la jugada a un alfil del adversario, se requiere dejar en el camino una torre o un caballo propios.

Creo que vale la pena, el juego se hace más interesante y, en definitiva, más estresante para sus adversarios.

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