Algunos viejos periodistas se pensaron que las cosas iban a ser como antes, cuando de manera discrecional se asignaban los montos dependiendo de la cercanía que se tenía con el titular de la oficina, con el presidente de la Junta de Coordinación Política o con el administrador del Congreso. Ellos, por esperar que las cosas fueran como antes se quedaron fuera y ya luego estaban despotricando.
Pero el proceso de medios se hizo de manera transparente, todo apegado a las reglas establecidas que daban certeza tanto al medio como a la oficina de Comunicación Social del Congreso. Se logró algo que no se había practicado en las anteriores Legislaturas y eso también debe ponderarse.