Armando Ortiz / Si alguien puede dar la pelea para la elección de gobernador en 2018 ese es Pepe Yunes. Héctor lo sabe, en el centro del país lo saben y los pocos priistas fieles, los que de verdad defienden a su partido lo saben. Lo que Héctor Yunes está intentando es volver a vender el mismo cuento de hace un año. Ese cuento de, las bases me apoyan, el gobierno de la República me apoya, mi experiencia me respalda, mis amigos me respaldan. Pero son puros cuentos. Héctor Yunes, la pasada elección perdió el apoyo de las bases priistas, el gobierno de la República ya ni lo recibe, su experiencia es la derrota y a sus amigos les quedó mal, muy mal. Durante la campaña de 2017, buscando la gubernatura, Héctor se hizo de un grupito de ávidos asesores, amigos que sólo buscaban los recursos que le inyectaba el gobierno federal, recursos que se les quedaron a ellos, sino pregúntenle a Vázquez Rigada cuanto le pagó Yunes Landa por esa asesoría que lo llevó a la derrota. Héctor y sus amigos ya entendieron que el busines está en hacer una elección, ganarla, y eso ya lo sabe Yunes Linares, trae muchos problemas, porque todo mundo quiere solución a sus problemas.
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión”
La Libertad de Expresión está consagrada en todas las constituciones de los países democráticos. Dicha libertad está señalada en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que a la letra dice: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto”.
En nuestra Constitución la Libertad de Expresión está garantizada en los artículos 6º y 7º, aunque los términos de estos artículos no hablen de una libertad sino del derecho a la manifestación de ideas. El artículo 7º de nuestra Constitución se ocupa de la Libertad de Prensa utilizando los términos “Libertad de difundir opiniones, información e ideas”.
En el artículo 6º de la Constitución, en el que se garantiza el derecho a la manifestación de ideas, el derecho a la Libertad de Expresión, debería ser claro, preciso y determinado.
Fue el presidente Miguel Alemán Valdés quien en 1951 estableció el 7 de junio como el Día de la Libertad de Expresión. Si bien el gremio de los periodistas se ha arrogado el derecho de celebrar el Día de la Libertad de Expresión, la Libertad de Expresión pertenece a todos los ciudadanos, todos, por los medios que deseen, pueden ejercer ese derecho y si quieren pueden sumarse a esta celebración.
¿Libertad de Expresión o libertinaje?
En nuestro país siempre ha estado a discusión hasta qué grado un periodista que ejerce su libertad de expresión puede inmiscuirse en la vida privada de un sujeto. El debate ya lo hemos compartido y siempre llegamos a la misma conclusión: En la medida que el personaje se hace público, hace pública su vida privada o afecte los intereses de la sociedad con sus actos privados siendo funcionario público, en esa medida uno puede libremente señalar o denunciar a dicho sujeto. Por ejemplo, es un asunto privado la compra de un auto, la elección del modelo y el color. Sin embargo, conociendo uno las percepciones salariales de este funcionario (la ley está obligada a brindarnos esa información) y notando que su salario u otras percepciones no le alcanzan para ese auto, casa, o cualquier otro bien, entonces el periodista está obligado a preguntarse ¿de dónde saca ese funcionario recursos para darse la vida que exhibe? Nos metemos en su vida privada porque en su corrupción el funcionario afecta los bienes comunes de nuestra sociedad.
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