En el estado de Veracruz es evidente que hay mucha molestia y encono contra los políticos que dilapidaron las arcas veracruzanas. Las elecciones para presidentes municipales se dieron en un contexto donde se vislumbró odio, encono y molestia. Los ganadores que llegan a la silla municipal en los 212 municipios están a tiempo de darse cuenta e intentar hacer las cosas diferentes a las que dejaron sus antecesores.
El endiosamiento y soberbia de muchos funcionarios municipales y también legislativos, de casi todos los partidos políticos, los hizo sentirse poderosos, por encima de la voluntad popular. Hoy el pueblo les dio la espalda a sus partidos y votó por otros; se espera que los que llegan hagan las cosas diferentes de los que se van sin pena ni gloria.
Recuerden que la soberanía descansa sobre el pueblo y éste es el que verdaderamente manda. Ojalá y no lo olviden los nuevos alcaldes, ya que de ellos depende mucho el progreso de todo el estado de Veracruz.
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