La lista negra de periodistas en Chihuahua indigna porque uno espera que un gobierno debe brindar garantías para que los periodistas realicen su trabajo en plena libertad, y en lugar de eso los tiene bien vigilados y hasta catalogados. Pero no hay de qué admirarnos. Ese tipo de lista la deben tener cualquier gobierno, ya sea estatal o federal.
Y los mismos juicios que tienen de los periodistas de Chihuahua los han de tener de los periodistas de Tabasco, Guerrero, Puebla o Veracruz. Es parte del control que un gobierno debe tener. En el caso de Chihuahua lo lamentable es que la lista se filtrara a la opinión pública y esos calificativos que tanto ofenden al gremio —porque ofenden—, nos muestren en que concepto se tiene a los trabajadores de la prensa.
En estos casos lo grave sería que esa lista se utilizara para hostigar a los compañeros de los medios de comunicación, que se utilizara con el propósito de agredirlos o incluso de difamarlos. Listas pueden hacer cuantas quieran, pero que esa sea una lista negra que piensen utilizar para hacer daño al gremio sería verdaderamente reprochable.
Comentarios