Nava Soria ya contaba con una orden de aprehensión por los supuestos delitos de lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita, los mismos delitos que se le achacana a Javier Duarte. De acuerdo con información publicada por nuestro colaborador Édgar Hernández, Javier Nava Soria era el operador inmobiliario de Javier Duarte, «quien desde el 2011 movió mil 500 millones en transacciones inmobiliarias en Madrid, Woodland en Texas, Miami, Nueva York, destinos diversos en Veracruz e importantes propiedades en la Ciudad de México y Edomex».
Nava Soria fue quien abrió los libros de las cuentas de Duarte, fue uno de los primeros que soltó la sopa. No extrañaría que Duarte, ya sin nada que perder, se haya desquitado de quien lo delató primero. Ya saben lo que dice el dicho: «No es indio el que no se venga».