Alvarado: el horror no tiene fin

Alvarado
Fosa clandestina en Alvarado, Veracruz FOTO: MEGANOTICIAS
- en Opinión

Mussio Cárdenas Arellano /

* 47 cráneos en la nueva fosa clandestina  * Lo que encubrió el duartismo  * Atrae la PGR el crimen de Ricardo Monlui  * Protestas y desaires  * Las tribulaciones de la mamá de Karime  * Espiral de violencia en Coatza  * Morena quiere apoyos para operar en Tatahuicapan  * El chofer y las facturas clonadas

Una mano, la del duartismo, conduce a Arbolillo, en el municipio de Alvarado, y en ella la fosa clandestina de la que emergen restos y más restos, 47 cráneos y habrá más, y un historial de horror que no tiene fin.

Dos mentes, las de Luis Ángel Bravo Contreras y Arturo Bermúdez Zurita, implicados en omisiones legales uno, y en complicidad de sus policías con el crimen organizado el otro, en levantones y falta de aplicación de la ley.

Es el escenario que se ha ido conformando desde que los 12 colectivos que buscan a sus desaparecidos, yendo a contrapelo del gobierno duartista, luchando contra el dique oficial, atizando y marcándole el rumbo al yunismo, lograron acreditar que en el área aledaña al fraccionamiento Colinas de Santa Fe, junto a la zona portuaria de Veracruz, había un cementerio clandestino, quizá el mayor de México.

Sólo ahí se han detectado 250 cráneos y más de 17 mil restos óseos, la mayor fosa de que haya registro, inhumados ilegalmente centenares de cuerpos, quizá entre ellos sus familiares, quizá otros más.

Según el portal RT, en Tetelcingo, Morelos, fueron exhumados 117 cuerpos; en San Fernando, Tamaulipas, 196 restos humanos, y en Iguala, Guerrero, 131. Acá, en Colinas de Santa Fe van 250.

Ahí, en Colinas de Santa Fe, yacía Pedro Huesca Barradas, el agente de la Fiscalía Especializada destacado en Veracruz, del que se acredita en el medio judicial, en la prensa, que no se dejaba tocar por el crimen organizado, que no se dejó doblegar. Por ser indomable, fue levantado y no se le volvió a ver. Con él fue secuestrado también el secretario del Ministerio Público, Genaro Montiel Hernández.

Arbolillo representa otro dolor. Es el predio enclavado en Alvarado, cercano al puerto de Veracruz, en el que de entrada hay 47 cráneos, una familia procedente de Querétaro que solía visitar Veracruz, y dos jóvenes por los que hace tiempo sus familiares luchan por saber qué suerte les deparó el destino.

Datos aportados por el fiscal general, Jorge Winckler Ortiz, hablan de ocho fosas clandestinas, en un área de 120 metros cuadrados, colindante con la Laguna de Alvarado. En ellos 47 cráneos y gran cantidad de restos corporales.

Dice Winckler:

A la fecha existen indicios sólidos que de estos restos exhumados se encuentran —entre otros—presumiblemente, los 3 integrantes de la familia Sánchez Pérez, originarios del estado de Querétaro, que fueron denunciados como desaparecidos a principios del mes de septiembre de año 2016, lo que derivó en el inicio de la Carpeta de Investigación número 96/2016, radicada en la Fiscalía de la ciudad de Alvarado.

“Así también, presumiblemente hay evidencia de que se encontraron los restos del joven Baruch Grajeda García, el cual fue denunciado como desaparecido en el mes de julio del año 2016, en la ciudad de Veracruz, que derivó en la carpeta de investigación 872/2016 radicada en la ciudad de Veracruz.

“De la misma manera, existen indicios que permiten hacer presumible que dentro de los restos exhumados se encuentran los del joven Isaías Jácome Hernández, el cual fue denunciado como desaparecido el día 6 de Septiembre del año 2016, lo que dio inicio a la carpeta de investigación 1582/2016 radicada en la Fiscalía de la ciudad de Veracruz.

“En este momento el área de laboratorios de la Dirección de los Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, se encuentra realizando los trabajos de rehidratación de huellas dactilares, moldeo de arcadas dentarias, el levantamiento de placas fotográficas de todas aquellas características específicas que presenten los restos ya exhumados, como son lunares, cicatrices, tatuajes, señas particulares. Además, se tomarán muestras de ADN de estos restos óseos para estar en la posibilidad de realizar una identificación cien por ciento fiable.

“En cumplimiento a los compromisos adquiridos por esta Fiscalía General del Estado con todos y cada uno de los familiares de las personas desaparecidas en el Estado de Veracruz y de toda la República, les hago de su conocimiento que una vez que concluyan los trabajos ya descritos, se pondrán a disposición de estos y de cualquier otra persona, en todas las oficinas de la Fiscalía General del Estado y en las bases de datos y páginas oficiales de nuestra institución las fichas identificativas de los restos que hasta este momento se han localizado en la localidad El Arbolillo, municipio de Alvarado, Veracruz”.

Arbolillo es horror. Arbolillo es drama. Arbolillo es polémica.

Una historia consterna, la de la familia Sánchez Pérez, procedente de Querétaro, de quienes no se supo más desde el 3 de septiembre de 2016 cuando se dirigían al Festival de la Cerveza, en el malecón de Veracruz.

Javier Sánchez, su esposa María Dolores Pérez y su hija Karen Sánchez Pérez llegaron un día antes a Veracruz. Tenían una casa en Salinas, a 20 minutos del puerto. Viajaban en su auto Altima. Tras la llamada que realizó Javier, el día 3, no se volvió a saber de ellos.

Hoy están identificados. Por algunos documentos hallados en la fosa de Arbolillo, se sabe que son ellos.

Winckler los menciona en el hallazgo, aún sin realizar los exámenes de ADN. “Presumiblemente, los 3 integrantes de la familia Sánchez Pérez, originarios del estado de Querétaro”, dijo el fiscal.

Le responde el colectivo Desaparecidos Justicia AC Querétaro que pone en duda que sean ellos. Le exigen una disculpa pública, dándole otro sesgo al dramático final de la familia Sánchez Pérez porque, dicen, los revictimiza, “lastimando de sobre manera la salud física y emocional de la familia”.

Winckler nunca queda bien. Si informa, le replican; si se reserva datos, lo condenan.

Agrega el colectivo Desaparecidos Justicia AC Querétaro:

Pareciera ser muy entendido del dolor que las familias vivimos, hoy con coraje entendemos que no tiene ni idea, al lastimar y revictimizar de esta manera tal cruel, tal vil, deshumanizada y absolutamente irresponsable a la familia Sánchez y a toda la organización Desaparecidos Justicia AC. Querétaro”.

Winckler fue claro:

Una vez que concluyan los trabajos ya descritos, se pondrán a disposición de estos y de cualquier otra persona, en todas las oficinas de la Fiscalía General del Estado y en las bases de datos y páginas oficiales de nuestra institución las fichas identificativas de los restos que hasta este momento se han localizado en la localidad El Arbolillo, municipio de Alvarado, Veracruz”.

Nada de lo que ocurre en Veracruz es casual. Hay omisión del anterior fiscal, Luis Ángel Bravo, empeñado en ocultar la verdad, obstaculizar la labor de los colectivos, tender un velo silencio.

Hay complicidad del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, hoy en prisión, sujeto a juicio pero no por desaparición forzada, pese a la participación de su policía en levantones y secuestros, en crímenes e inhumaciones clandestinas.

Lucía de los Ángeles Díaz Henao, quien busca a su hijo Guillermo Lagunes Díaz, de profesión disc jockey, levantado el 28 de julio de 2013, asegura que la existencia de fosas clandestinas con tal cantidad de restos sólo se podría explicar por “colusión con las autoridades. Si están patrullando todo el tiempo policía y marinos, ¿cómo le hicieron para levar a toda esa gente?”, se pregunta en la entrevista con el portal RT.

Agrega el sitio:

Una fosa tenía 15 personas. La logística es complicada. Por lo que la buscadora deduce que se tuvo que hacer frente a las autoridades, ya que pareciera que algunas fosas hasta fueron abiertas con retroexcavadoras”.

A lo largo del gobierno duartista, la Fiscalía General sólo llegó a acopiar 266 muestras de familiares. Colectivo Solecito, al que pertenece Lucy Díaz, cuenta con 600, pero las cifras de desaparecidos que maneja son escalofriantes: “Tenemos un universo, eso no cubre, pero en Veracruz hay más de 20 mil desaparecidos”.

Winckler habla a Proceso sobre la Fiscalía duartista:

Hubo mucho desorden y desaseo en el manejo de cuerpos no identificados enterrados en las fosas comunes de los panteones de Veracruz, pero también las pruebas de ADN tomadas a familiares de desaparecidos fueron muy deficientes.

“Hay muchos restos que ya tienen perfil genético, pero no se pueden cruzar los datos por las deficiencias en las muestras de ADN que teníamos”.

Desaparición de muestras de ADN, omisión legal, ocultamiento de datos, obstrucción de la justicia, complicidad con el crimen organizado, desaparición forzada. Son los pecados del fiscal Luis Ángel Bravo y del ex secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez.

Un caso, el de Pedro Huesca, el agente del Ministerio Público, exhibe los niveles de corrupción del gobierno de Javier Duarte, levantado por sicarios y también por el comandante de grupo de la Secretaría de Seguridad, Víctor Sandoval, presunto ejecutor, según la declaración del oficial Jesús Pérez Andrade.

Sandoval —relata el reportero de Proceso, Noé Zavaleta— fue muy cercano (fue su subalterno en distintas épocas) al delegado regional de la SSP, Marcos Conde Hernández, hoy preso en un penal de máxima seguridad como presunto responsable de la desaparición forzada y posterior asesinato de cinco jóvenes en Tierra Blanca.

“En dicha región del Sotavento y de la Cuenca del Papaloapan las ligas de Conde con la delincuencia organizada han quedado de manifiesto en diversos actos”.

Arturo Bermúdez, el falso general, el capo del Cártel de Duarte, tenía un superpolicía en la Secretaría de Seguridad: Marcos Conde. Era impune. Y el superpolicía resultó cómplice del crimen organizado, autor de levantones y secuestros, muerte y dolor. 

Colinas de Santa Fe y Arbolillo, dos escenarios de horror que no tienen fin.

Nada ajeno a Javier Duarte y sus sicarios.

Archivo muerto

Será la Procuraduría General de la República la que atraiga la investigación del crimen del periodista Ricardo Monlui Cabrera, asesinado el domingo 19 en Yanga. Se encargará de desahogar las diligencias la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE), según reveló el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Dos días después del crimen, el caso está en punto cero. Se siguen varias líneas de investigación y entre ellas, dos que pueden ser clave. Una es en torno a los escritos periodísticos del autor de la columna Crisol y director del periódico El Político. Este lunes hubo actos de protesta en varias ciudades de Veracruz por el crimen y el nivel de riesgo en que se mueve la prensa, como si el duartismo aún persistiera. La de Coatzacoalcos fue una parada con escasa respuesta, si acaso una decena de periodistas, sin la dirigente de la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos, Victoria Rasgado Pérez, precandidata de Morena a la alcaldía de Moloacán… Abatida, refieren fuentes del duartismo, María Virginia Yazmín Tubilla Letayf vive días de dolor e impotencia, no en Chiapas como se ha hecho creer, sino en la capital del país. Abatida vive doña Yazmín la debacle de su hija Karime Macías Tubilla, ex primera dama de Veracruz, oficialmente no prófuga pero buscada por cielo, mar y tierra, pues donde ande la dama ahí estará la pista más sólida para llegar a Javier Duarte, el ex gobernador, él sí buscado por la justicia. Otra fuente yunista cuenta de los llantos de los hijos, que no explican dónde está mamá, dónde está papá. Oficialmente los suegros de Javier Duarte viajaron de Coatzacoalcos a Tuxtla Gutiérrez, llevando con ellos a los nietos, disipando así el asedio de la PGR, la vigilancia, el hostigamiento, tramitando amparos. Pero la de Yazmín Tubilla es otra tragedia, señalada su hija Karime como el cerebro que urdió el gran robo a Veracruz, la de los excesos y el derroche, la de la fijación por la abundancia, la mano que meció la cuna de los prestanombres del ex gobernador… Espiral de violencia en Coatzacoalcos. Once ejecutados en cuatro días, un negocio de grúas baleado, narcomantas advirtiendo guerra cruenta entre cárteles, dos migrantes asesinados. Sin control, la violencia evidencia que el yunismo está rebasado y que la meta de 60 días ofrecida en campaña para remediar el asunto de la inseguridad pública, no se cumplió. Cinco personas, la mayoría taxistas, fueron ultimados en la colonia López Mateos, el viernes 17; a otros tres los ejecutaron en la colonia Francisco Villa, el sábado 18; uno más apareció en lo que fue la planta de agua purificada Pingüino, este lunes 20, y dos más murieron en la zona que concentra mayor número de migrantes, y presuntamente serían indocumentados. Previamente fueron colgadas mantas con mensajes amenazantes, presuntamente suscritos por el Cártel Jalisco Nueva Generación, que advierte que va por Los Zetas. Este lunes 20 fue baleada la fachada de Grúas Vázquez, empresa que concentra el mayor número de movimientos de arrastre de vehículos en la región sur de Veracruz. Y la escalada tiende a multiplicar su efecto… Así que en Tatahuicapan aún sueñan con “los apoyos” de Coatzacoalcos, el dinero que mes con mes le llegaba a Morena, a Lino Bautista; a Eloy González, el ex priista; a Inocente Bautista Cruz, a Calixto Cruz Hernández, a Gabriel Hernández Hernández. Exigen los “apoyos” arguyendo que hay violación a los acuerdos con el gobierno de Veracruz en los días del duartismo porque no se está suministrando  el 40 por ciento del flujo de agua procedente de la presa Yuribia a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque sino el 60 por ciento. De ahí que la hicieran de tos nuevamente, encadenando la compuerta y de paso exigiendo que el apoyo económico del ayuntamiento de Coatzacoalcos vuelva a fluir. La prohibición del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares es tajante: ni un peso a Morena. Y si chantajea con el cierre del Yuribia, sus dirigentes se van a la cárcel. Morena entra en crisis en Tatahuicapan, municipio donde está enclavada la presa. No hay dinero y no hay reparto entre los ejidatarios y avecindados. No hay recursos para que el pejepartido opere y asegure la elección. Y en el ayuntamiento de Coatzacoalcos saben que filtrar dinero a los morenistas de Tatahui desataría la furia de Yunes azul… ¿Quién es ese funcionario de medio pelo, inflado como sapo, de negocios turbios, ostentoso de fortuna y autos, viajes y viejas, cuya misión en el ayuntamiento es conseguir comprobantes que justifiquen gastos, sean recibos legales o facturas clonadas? Dos pistas: sus iniciales son I y H. Antiguo oficio: chofer…

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *