Ellos alegan que ese subsidio les costará mil 500 millones de pesos anuales. ¡Órale! De ese tamaño también ha de ser su ganancia, sino es que más. Muestran cierta codicia estos empresarios del transporte a quienes el estado les ha dado una concesión, la cual la han explotado y con ella se han hecho ricos brindando un servicio no siempre barato ni de buena calidad.
Como que ya es hora de que estos empresarios dejen de pensar sólo en sus ganancias millonarias para dar a los veracruzanos un poco de los que nosotros les hemos dado. Porque si tienen esa concesión es porque nosotros se los permitimos, pero si el negocio no les va a dar portándose un poco dadivosos, pues que devuelvan la concesión, ya otro podrá tomar su lugar.