De acuerdo con un diccionario en línea «en el budismo tibetano, se considera que cada mantra corresponde a un cierto aspecto de la iluminación. Se recita para identificarse con ese aspecto de la mente iluminada. Según la tradición budista pollivetana, un mantra no tiene efecto completo si la práctica de su recitación no es autorizada por un maestro (lama en tibetano, gurú en sánscrito), respaldado a su vez por un linaje de maestros que, en el caso del budismo, supuestamente se remonta hasta el propio Buda.
»Según los budistas, además de recitarse, un mantra se puede dejar escrito o hacer ondear con banderas, en la creencia de que produce el mismo beneficio espiritual que si se pronunciara».
