Elena Córdova / Somos muchos los (mexicanos) veracruzanos que por voluntad o por necesidad nos tenemos que ir de nuestro lugar de origen, de la tierra que nos vio nacer. La nostalgia aumenta según la distancia, puede ser la forma de medir este sentimiento. Como también la pena de la ausencia pesa cada vez más estando fuera de nuestro estado, o más aún, fuera del país.
Los que tenemos la oportunidad de regresar con más frecuencia a nuestra tierra, pues esto puede ser periódicamente dada la distancia más corta, a lo cual se agrega que puede ser una ausencia por motivos de trabajo y de manera temporal, nadie puede negar que esa alegría que nos invade a sentirnos cerca de casa y de los nuestros, es simplemente incomparable. Ahora imaginen lo que deben sentir los que por años han estado ausentes de su región y de su familia.
Derivado de las lesivas políticas antimigratorias, del nuevo presidente estadunidense Donald Trump, es sabido por gran parte de los mexicanos que vivimos aquí, en esta bendita tierra, que miles de compatriotas empiezan a ser repatriados o por voluntad propia, los menos, regresan a casa.
Hace unos días, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de manera institucional, se reunió en la Terminal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con 135 migrantes mexicanos repatriados de Estados Unidos. Frente a ellos y acompañado del Secretario de gobernación, Osorio Chong, les mencionó que nuestro país está “redefiniendo cómo nos vamos a entender con las nuevas autoridades de los Estados Unidos”… con la nueva política que el presidente norteamericano está queriendo emprender en materia de política exterior. Destacando y reconociendo que el proceso de repatriación de mexicanos provenientes de Estados Unidos se ha modernizado, lo que permite que sea seguro, humano y ordenado”. Para cerrar este punto, me quedo con esta frase esperanzadora y con fin de darles ánimos a los compatriotas ahí presentes, el presidente Peña dijo que: “México es una tierra de oportunidades; se han venido generando, y ello lo acredita el que hoy son más los que están regresando en el proceso de repatriación, y muchos por decisión propia, que los que eventualmente están decidiendo ir hacia los Estados Unidos”.
Entiendo, sin ser experta en el tema, que lo más difícil para estos paisanos que ahora están aquí, será sin duda el tema de la integración. Es decir, los que nacieron allá y viene de vuelta con su familia, aprender nuevas costumbres y los que se ausentaron decenas de años, lo más difícil será aceptar de nuevo la realidad de la que huyeron o por la que se fueron.
Sin duda, surgirán más medidas de integración por parte del gobierno federal, y espero que también el nuevo gobierno estatal, y que ya esté pensando en muchas formas para lograr apoyarlos e integrarlos, repito.
Comparto un interesante texto, http://sedi.oas.org/ddse/documentos/mide/2011/publication01_forweb.pdf), editado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) denominado “Retorno de los migrantes: retos y oportunidades” cita precisamente este tema de manera muy profesional y especializada, para muestra, me permito citar: “Como parte del proceso migratorio, el retorno –voluntario o involuntario– tiene implicaciones importantes para los países de origen de migrantes. Los factores económicos, sociales y de política migratoria son determinantes en el ciclo de reintegración a sus comunidades de origen. Los retos de su re-inserción al mercado laboral, el diseño e implementación de proyectos productivos de inversión de remesas y ahorros financieros que permitan el desarrollo de las comunidades de origen de los migrantes, la seguridad social y la atención psicosocial, son temas entre otros, que deben ser considerados con carácter de urgencia en el desarrollo de políticas públicas en nuestros países”.
Esta, sin duda es una pequeña muestra de los que nos espera, como familia cuando regresen los suyos, pero, muy en especial al gobierno estatal veracruzano, que ahora parece estar más interesado en el próximo proceso electoral, que en atender y ver a los migrantes veracruzanos como una oportunidad, más que como un problema.
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