El “prófugo” consentido de la federación…

Xalapa, Ver.- El gobernador Javier Duarte de Ochoa FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Maryjose Gamboa / Dos datos importantes surgen esta semana en relación al “prófugo” menos buscado y más consentido por la PGR. El primero lo revela el columnista de “El Universal” Salvador García Soto, quien detalla que en por lo menos cuatro ocasiones la Marina ha estado a punto de capturar a Javier Duarte pero, minutos antes este se escapa porque presuntamente “alguien” le da el pitazo. El segundo dato lo proporciona una fuente para este espacio… Dos semanas antes que la PGR cateara los departamentos que posee el prófugo en la Torre Pelícano de Boca del Río, un comando armado que dijo pertenecer a la PGR pero que NO SE IDENTIFICARON, ingresaron y se llevaron casi todos los documentos que ahí guardaban, pero además solo tres de estos cuatro departamentos, son reguardados por la Procuraduría, porque en el otro aseguran, sigue gente del ex gobernador “trabajando”.

García Soto narra en su columna que un “alto mando” de la Armada de México, dejó entrever que autoridades federales le estarían pasando a Javier Duarte detalles sobre los operativos de captura, ya que cuando supuestamente un grupo de “élite” llega al lugar en el que lo tenían ubicado, este se “escapa” minutos antes… Lo “curioso” del caso es que este mismo grupo de gente experta en capturas, como atinadamente señala el periodista, es el que logró atrapar al hombre más buscado del mundo, Joaquín “el chapo” Guzmán, a pesar de contar con anillos de seguridad que pusieron en jaque a la PGR en muchas ocasiones. Por lo tanto no hay más que dos opciones; o “AlibaDuarte y sus 40 ladrones” salieron más astutos que el mismísimo Chapo (por cierto extraditado ya a Estados Unidos en la era de Trump), o los grupos de élite resultaron tan convenientemente ineficaces que no han sido capaces ni de descubrir quién o quienes son los que le dan “el pitazo” a Javier Duarte.

Este último punto, el de la ineficacia conveniente, toma fuerza después de que fuentes anónimas me comentaran que quince días antes que la PGR cateara los departamentos que Javier Duarte posee a través de presuntos prestanombres en la exclusiva Torre Pelícano, un grupo de hombres fuertemente armados habrían ingresado a estos departamentos alrededor de la una de la mañana, sin identificarse como elementos de la PGR aunque aseguraban serlo, y que durante un par de horas estuvieron sacando cajas repletas de documentos.

Si en realidad lo eran, entonces el segundo cateo, el “oficial”, no fue más que una farsa tipo la que montaron en el caso de la francesa Florence Cassez, señalada como miembro de la delincuencia organizada, sentenciada  a 60 años de prisión, y luego liberada por violaciones al debido proceso, entre ellas el montaje de su detención (transmitida además en cadena nacional)… Ahora si no lo eran, si en realidad se trató de agentes ministeriales o personal contratado por el propio Javier Duarte, pues vaya investigación “exhaustiva” que han hecho las autoridades para encontrar los elementos necesarios para fincar responsabilidad legal a Javier Duarte ¿O no le parece INCREÍBLE que no se dieran cuenta que “se les adelantaron” y que nadie haya mencionado nada al respecto?

A esto hay que agregarle que de los cuatro departamentos que poseía “el prófugo” a nombre de su cuñada Mónica Ghihan Macías Tubilla, el 6-A y 6-B (el cual Duarte amplió a uno sólo porque es en el que comúnmente habitaba)  y su esposo Armando Rodríguez Ayache el  9-A y el  9-B, sólo los tres primeros están “clausurados” y “resguardados” por la PGR. El cuarto departamento (9-B) aseguran que el administrador dijo estaba “ocupado” y por eso NI LO REGISTRARON NI LO CATEARON, y es justamente en este departamento en donde han visto entrar todos los días a “trabajar”, dicen las fuentes, a una mujer que por años fue identificada como secretaria de Javier Duarte.

De ser cierta toda esta información, la versión de la protección que la federación brinda a su “prófugo” consentido, resultaría más que evidente, aunque claro si la Fiscalía General del Estado sigue recibiendo denuncias (ahora por los medicamentos falsos, aunque las denuncias por este tema se ventilaron desde el 2010 cuando el Abogado Sergio Vaca exhibió en Megacanal que laboratorios ROCHE negaba haber vendido medicamento alguno al estado de Veracruz) en contra de Javier Duarte, pues en teoría existe la posibilidad que siguiendo la pista de quienes con toda tranquilidad desde el estado le SIGUEN SIRVIENDO al “prófugo”, pudieran contribuir con datos concretos que lleven a su captura y en un descuido hasta dar con el “soplón” que le avisa que van por él… Veremos.

Y hablando de “justicia”…

Durante las últimas semanas el ex Fiscal  General del estado Luis Ángel Bravo, a quien en tantas ocasiones denunciamos muchos de los que hoy formamos parte de alguno de los tres poderes por incuantificables tropelías, se ha dedicado a pasearse por centros comerciales de la zona conurbada y la capital del estado (Plaza Sol, Plaza Andamar, Plaza Américas de Xalapa, etcétera), mostrando una tranquilidad digamos, inusual, para un sujeto que sabe que tiene muchas deudas pendientes con la justicia.

Al parecer no le basta la salida “airosa” de un lugar del que debió salir esposado, sino que quiere más.  Quiere demostrar que es intocable, que puede burlarse sin pudor ni recato de los miles de agraviados que dejó a su paso por la Fiscalía  porque está seguro que nada ni nadie lo hará responder por sus fechorías pero se equivoca.  Repetiré hasta el cansancio que una persona vale lo que vale su palabra, y por ende aunque nada pueda hacer porque los demás la honren, si puedo seguir luchando porque él, y el resto de sus colaboradores (algunos de los más cercanos premiados respetando sus puestos en la dependencia aunque los cambien de zona) sean llevados ante un juez.

Lo JUSTO, lo CORRECTO, lo MORAL, lo LEGAL, y lo HUMANO es exigir memoria al nuevo Fiscal. Y esto NO es como pretende hacer ver, un acto de “ingratitud” por parte de una servidora, sino un acto de CONGRUENCIA para quienes en él confiamos un día como Abogado y que ahora vemos que impone a gente como Luis Eduardo Coronel (uno de los pocos funcionarios que me vio brutalmente golpeada y  a pesar de ello por conservar “el hueso” prefirió callar para proteger a sus jefes en la CEAPP y después de la Comisión Estatal de Derechos Humanos), en puestos que lo que menos se requiere es sumisión, sino VALOR y COMPROMISO para defender a las víctimas, como lo es el cargo de Fiscal Especial para la Atención de Denuncias por Desaparición en la entidad.

En conclusión creo, aunque probablemente muchos no coincidan y en su derecho estarán,  que no somos los que nos negamos a olvidar nuestras convicciones y nuestros anhelos genuinos de justicia los equivocados o “ingratos”, sino aquellos que han convertido a los amigos de lucha en enemigos y a los enemigos que casi nos destrozan  en aliados, y sólo por el simple hecho de no recibir el halago que exigen aunque no lo merezcan.  TW  @maryjosegamboa

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