¿Cómo definiría usted a Duarte?

Gobernador
Javier Duarte Duarte de Ochoa FOTO: PRENSA GOBERNADOR ELECTO
- en Avenida Principal, Carrusel

Señalética Interrogación¿Cómo se le puede llamar a una persona que, conociendo la magnitud de su crimen, salga a las plazas públicas a pregonar su inocencia? Ya tenía Duarte miles de millones de pesos robados, ya tenía ranchos y casas; edificios y terrenos; aviones y joyas, ya tenía enterrados a miles, tenía las manos cubiertas de la sangre y el dolor de los veracruzanos y todavía salía a decir que era inocente y pobre, honrado e íntegro. ¿Cómo se le puede llamar a una persona así? Cínico no puede abarcar todo lo que Duarte significa, tampoco desvergonzado, ni siquiera loco criminal. Yo podría apostar por imbécil.

Imbécil es una palabra que significa “sin báculo”, sin bastón de autoridad, sin algo en que apoyarse. Pero su acepción más aceptada es el de una persona con cierta debilidad mental, un inválido, incapaz de valerse por sí mismo. Eso es Javier Duarte, un muchacho obeso, lleno de complejos y traumas que nunca se sintió completo y valorado. Un engendro que requería de riquezas mal habidas para sentirse completo.

Ese príncipe imbécil está a punto de obtener su galardón: una celda de la que nunca debería salir.

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