Pensiones, el otro problema

Copipev
Integrantes de la Copipev tomaron las instalaciones del IPE
- en Opinión

Brenda Caballero / Los mexicanos estamos preocupados y lo podemos ver y hasta sentir por todos lados. Después del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos y por ende el alza del dólar, así como la caída del precio del petróleo, el panorama económico y financiero de México se ensombreció más para el próximo año.

Veracruz no es ajeno a esto, incluso el problema se ha tornado más crítico en nuestro estado pues llevamos varios meses sin dinero para poder cubrir el gasto corriente de sus entidades gubernamentales así como para entregar participaciones federales a los municipios.

Y entonces, la pregunta surge: ¿Podemos estar peor?

Siempre debemos de ser optimistas ante la adversidad y pensar positivo, pero algo se nos está olvidando: México tiene un problema financiero mayor que son las Pensiones.

El martes pasado, el Fondo Monetario Internacional externó su preocupación sobre el ritmo de crecimiento de la deuda de México y su Sistema de Pensiones, a la vez que planteó por tercera vez, sus recomendaciones a nuestro país en el ámbito de vigilar el comportamiento de sus finanzas públicas y elevar la tasa de reemplazo de las pensiones.

Pero ¿qué significa eso?

Los trabajadores que cotizan bajo la Ley de 1997, al momento de jubilarse, lo hacen con un porcentaje de su último sueldo laboral; sin embargo, con el tiempo, esa pensión ya no es suficiente para conservar el mismo nivel y estilo de vida durante su retiro.

Por este motivo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) definió la Tasa de Reemplazo como uno de los indicadores clave para evaluar qué tan eficaz es el esquema de pensiones de un país. Y ¡oh sorpresa! La tasa de México es la más baja de los países de la OCDE, motivo por el cual, la sugerencia de incrementar su tasa de manera inmediata, considerando también que México está envejeciendo al tener una esperanza de vida de 74.9 años, por lo que el problema puede complicarse más considerando que sólo el 23 por ciento de las personas mayores de 65 años recibe una pensión; un 47 por ciento vive de sus ingresos por algún negocio o porque siguen laborando. ¿Y los demás?

De acuerdo con la Encuesta de trayectoria laboral 2015 realizada por el Inegi a petición de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), 2 de cada 10 reciben ayuda de sus familiares y el resto de algún programa gubernamental. Pero a como pinta la situación nacional con mucha deuda y corrupción ¿De dónde van a sacar recursos?

En Veracruz, un grupo de ciudadanos, economistas en su mayoría, viene analizando el problema de las pensiones desde hace varios años: es el Foro permanente y plural de Economistas Veracruzanos presidido por Francisco Licona González, quienes el día de ayer tuvieron como invitado al actuario Francisco Miguel Aguirre Farías, especialista en la materia, pues colaboró con la Nueva Ley del Issste, en los artículos transitorios y en la Aportación Solidaria, así como del Régimen de Jubilaciones y Pensiones del IMSS de 12 sistemas estatales.

Aguirre Farías participó en el Simposio “Enfrentando el Futuro” con el tema: “Pensiones… futuro incierto: Caso Veracruz”, en donde señaló la problemática actual en el sistema de pensiones así como los retos, enfatizando el riesgo económico que lleva, pues de no crear un Modelo Nacional de Pensiones establecido desde la Constitución con una regulación de montos máximos, llegará el momento en que el sistema colapse ocasionando un inminente riesgo social.

Citó el ejemplo de un trabajador que ha cotizado por varios años y que llega a jubilarse. El monto total ahorrado se le daría en tres años.

Aguirre señala que el problema de las pensiones es estructural y la gravedad del asunto es que desde el punto de vista de equilibrio financiero, sus leyes son copias de las creadas en los años 40 y se otorgaban las llamadas pensiones por antigüedad, cuando el trabajador alcanza entre 25 y 30 años de servicio, sin importar la edad.

Señaló también que la mayoría de las pensiones son vitalicias con traspaso a beneficiarios en caso de fallecimiento. Acá no pude evitar recordar al magistrado que se jubiló con cien mil pesos, pero que al fallecer le dejó la jugosa pensión a su muy joven esposa.

Otro problema es que no hay relación directa entre beneficios y aportaciones. ¿Le suena el ejemplo de la reciente Secretaria de Educación? Pues cotizó como maestra pero se jubilará con el sueldo de Secretaria.

Definitivamente urge una reestructura al Sistema de Pensiones, o de plano, la creación de uno nuevo porque con tantos vicios en la jubilaciones y tanta corrupción en gobierno, llegará el momento que casi todo el Producto Interno Bruto del país sea para pagar pensiones.

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