Sólo faltan días para romper con la maldición del oriundo de Nopaltepec. Un hombre sin escrúpulos y principios que, dentro de la política hizo del servicio público su modus vivendi. Acostumbrado a cargar el maletín de los jefes, Herrera Beltrán siempre codició el poder.
Con cochupos y chanchullos electorales logró llegar al poder, la historia de Veracruz será su peor verdugo. Hoy se encuentra en el exilio oficial, no tiene cara para mirar de frente al pueblo veracruzano. Su mantenido, o mejor dicho su pupilo, siguió sus pisadas. Hoy se encuentra prófugo acusado por las instituciones federales que lo quieren ver tras las rejas.
Faltan sólo ocho días para acabar para siempre con la peor escuela de gobernantes corruptos en Veracruz, y todo gracias al voto razonado, muchos dicen que fue de castigo, pero razonado al fin.