A eso habría que sumar las manifestaciones de otros grupos que por deporte toman la Plaza Lerdo esperando obtener algún beneficio económico. El problema se agrava cuando las exigencias que los manifestantes hacen las vuelcan en contra de los titulares de estas dependencias, asumiendo que ellos son los responsables de sus pagos retrasados y los exigen como si no hubiera cambios de mandos.
El mismo Luis Alfonso Polo Villalobos lo expresó hace unos días, el magisterio no tuvo el valor de enfrentar a Javier Duarte, pero ahora que Duarte no está, se envalentonan y exigen sabiendo que quien tiene sus expedientes no podrá acusarlos de nada. Si estos grupos magisteriales continúan con su intransigencia, ninguna solución les parecerá buena por lo que las manifestaciones continuarán ad infinitum.