Consecuencias de la Ley Licuadora

Licuadora
Xalapa, Ver. Mesa directiva de la LXII Legislatura del estado de Veracruz, que aprobó la famosa Ley licuadora FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER.
- en Opinión

Salvador Muñoz / Hay que ser justos. La aplanadora de la LXII Legislatura aprobó el endeudamiento de Veracruz y que el Gobierno del Estado usara las participaciones federales para, en un momento dado, fueran garantía de pago. Ése fue su papel, para algunos, de comparsa del Gobernador; para ellos, en aras de contribuir en el bienestar de los veracruzanos.

Por otro lado, el mandatario estatal (hoy prófugo), en uso de sus facultades (en serio, no se ría), agregó que, vía Acuerdo, podría utilizarlas para enfrentar el gasto corriente… con dos ligeros detalles: dejó de dar el porcentaje que correspondía a los ayuntamientos y llevó algunas aportaciones federales a lo que hoy se conoce como “La Licuadora”.

La intención era buena: reestructurar la deuda pública y hacer frente a las obligaciones con terceros pendientes de pago, derivadas de la ejecución de obras, contratación de servicios y adquisición de bienes que le heredó Fidel Herrera Beltrán, y lo único que vemos al final de ese sexenio, fue más deuda y “adquisición de bienes” pero por parte de ex y funcionarios del gobierno que fenece.

II

Bueno, nos queda claro quién es el autor del desastre financiero y económico que vive la entidad, pero recordar es volver a vivir y yendo al diario de los debates que dieron origen al endeudamiento y la Ley Licuadora, podemos observar algunos personajes que obsequiaron su voto de confianza a Javier Duarte de Ochoa… ¡y hoy dicen que los engañó!

Es 28 de julio de 2011.

Pudiera comentar la petición del diputado panista Danilo Alvízar porque pasara a Comisión en lugar de votación, el tema del endeudamiento; o citar al otro blanquiazul Francisco Javier Lara Arano apostar a una sesión extraordinaria; o la queja de Fernando Yunes Márquez ante lo que parece una decisión unilateral del presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Andrade Sánchez, por resolver el tema a la de ya, pero me extendería demasiado.

O quizás pudiera hacer comentario de la democracia tramposa de Carlos Aceves Amezcua pidiendo que se sometiera a votación el tema sabiendo que tenían “aplanadora”; o el hoy engañado como un chino, Flavino Ríos, defendiendo la posición de Eduardo Andrade Sánchez; o en una de ésas, a “La Huesitos”, Karime Aguilera Guzmán, defendiendo a Javier Duarte… pero no… mejor les pongo los votos a favor del endeudamiento (en corrido, para ahorrar espacio) y bastaría ver cuál es hoy su posición al respecto de la entidad y quiénes se mantienen a bajo perfil, sin decir “esta boca es mía:

Carlos Aceves Amezcua, Karime Aguilera Guzmán, Eduardo Andrade Sánchez, Ricardo Calleja y Arroyo, Verónica Carreón Cervantes, Jorge Carvallo Delfín, Concepción Castañeda Ortiz, Víctor Castelán Crivelli, Félix Castellanos Rábago, Marco Antonio Estrada Montiel, Rogelio Franco Castán, Víctor García Trujeque, Isaac González Contreras, Isela González Domínguez, Moisés Hernández Barrales, Papo Levet Gorozpe, Tomás López Landero, José Murad Loutfe Hetty, Tomás Montoya Pereyra, Gustavo Moreno Ramos, Paulina Muguira Marenco, Ulises Ochoa Valdivia, Roberto Pérez Moreno, Anabel Ponce Calderón, Ainara Rementería Coello, Brenda Abigail Reyes Aguirre, Flavino Ríos Alvarado, César Rivera Garza, Olga Lidia Robles Arévalo, Genaro Ruiz Arriaga, Raymundo Saldaña Ramírez, Leopoldo Sánchez Cruz, Jacob Velasco Casarrubias, Elena Zamorano Aguirre, y Américo Zúñiga Martínez.

III

El último desenlace que tuvimos ante la forma torcida en que se aplicó este decreto que aprobó la LXII Legislatura y el acuerdo del Gobernador, fueron dos vertientes: 1) una manifestación de alcaldes, tanto en Palacio de Gobierno y Casa Veracruz, además de su paro de labores en algunos ayuntamientos; 2) unos alcaldes que tocaron puertas en el Altiplano, trajeron (poco) dinero pero sembraron una idea, en aras de evitar el manejo a discreción y desvío de recursos: un municipalismo que demanda que las participaciones que corresponden a los Ayuntamientos, lleguen directamente a ellos, sin la intervención de la entidad federativa, lo que vendría simplemente a hacer válido el artículo 115 Constitucional, que en su fracción IV, dice:

Los municipios administrarán libremente su Hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como de las contribuciones y otros ingresos que las Legislaturas establezcan a su favor…

IV

Esta propuesta de municipalismo se empata con una idea que hace como dos semanas tuvo un intento de ebullición cuando se habló del separatismo de la entidad de la Federación, es decir, hacer de Veracruz un país.

En términos políticos hasta se podría hablar de dos líneas:

La del municipalismo, que de cierto modo podría ser abanderada tanto por el alcalde Américo como por el senador Pepe Yunes, teniendo a la vuelta de la esquina elecciones municipales, con la idea de fortalecer económicamente a los 212 ayuntamientos…

Pero, ¿quién se vería beneficiado tan sólo con la pretensión de sembrar la idea del Separatismo? ¿de hacer la República Jarocha? ¿de generar ese sentimiento de veracruzanidad que en estos días tanta falta hace? Se habla de manera utópica, hasta como de bandera de campaña que promete hasta lo imposible, porque para llegar a ello, habría que romper los candados que hay en nuestra Carta Magna que protegen a la Federación (alianza, unión).

V

Así, teniendo un panorama amplio de quiénes participan en el pasado y presente inmediato de Veracruz, sólo queda volver a recordar las siguientes palabras: “¿Quiénes son los culpables de la situación financiera del Estado y por qué no se les ha castigado? ¿Por qué se adquirieron compromisos cuando no se tenía cómo pagarlos? ¿Dónde está el dinero de los veracruzanos y quién se lo llevó? ¿Por qué no hicieron auditorías externas a la pasada administración? ¿A quién pretenden encubrir?

Es curioso, pero estas preguntas que se hacía el hoy senador Fernando Yunes Márquez en aquel 2011, hoy tienen tanta vigencia pero con más probabilidad de respuesta en un momento en que la ley Licuadora está en manos de que desaparezca, si el gobernador electo Yunes Linares lo decide, o que el Senador Pepe Yunes tome la bandera del municipalismo con el apoyo de la federación…

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