La deuda que los alcaldes reclaman es de tres mil 800 millones de pesos. Una deuda considerable y que corresponde a partidas federales y que llegaron a la Secretaría de Finanzas, pero que simplemente no se entregaron porque se usaron para gasto corriente.
Así se hizo con mucho del presupuesto federal, incluso con los dineros que la Federación, vía Finanzas de Veracruz, otorga a la Universidad Veracruzana. Ya dijeron los alcaldes que con esas limosnas no se van a retirar de Palacio de Gobierno ni de Casa Veracruz. Si se repartieran esos 580 millones entre los 212 municipios que reclaman pago les tocaría de dos millones 735 mil pesos a cada municipio.
Apenas para pagar los trompos de tacos al pastor y de los gastos que ha originado en estos 15 días la toma de Palacio de Gobierno por parte de los alcaldes y sus acarreados.
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