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Xalapa, Ver. Congreso de Veracruz, FOTO: MIGUEL ANGEL CARMONA/FOTOVER
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Virginia Durán Campollo / Son tiempos de aplicar la justicia, no cacería de brujas, y por ello todos aquellos involucrados directa o indirectamente con la quiebra del estado de Veracruz, tendrán que responder. Esa lista la encabezan los diputados tanto locales como federales. Los estatales tienen una responsabilidad histórica, al haber otorgado todos los préstamos que hundieron materialmente a Veracruz. Aquellos despatriados que pensaron primero en su bienestar, a cambio de la pobreza y enfermedad de millones de paisanos. Mujeres y hombres la mayoría sin preparación elemental, que llegaron al puesto por los favores del gobernador. Títeres, amantes, amigos, compadres, cómplices que sumaban mayoría, para cubrir la exigencias del mandante. El cacique magisterial Juan Nicolás Callejas, vetusto dirigente,  a quien el prófugo le ordenaba por teléfono cual era el guion en cada sesión. Quien se encendía rubor facial notorio, si le llevaban la contraria pues las “órdenes del jefe no se discuten”. Todos ellos se significan, como otro tipo de delincuencia  organizada. Una red de complicidad indignante. Cada uno tiene nombre y apellido. Solaparon a un sátrapa que acabo con la seguridad, bienestar, salud, educación de un pueblo. No solo hay que señalarlos sino enjuiciarlos.

*** Los diputados federales que sin más, son unos corruptos. Saqueadores menores-comparados con la fauna de los Duarte-Tubilla- pero parte de quienes empobrecieron aún más al estado. Cada uno tiene una historia de complicidades, arbitrariedades y putrefacción.  Llamados los niños de la fidelidad, estos jóvenes ambiciosos se enriquecieron a mal sana. No bajan a ver los orígenes de donde salieron, como la pobreza y la indigencia. Hambrientos de niños, de adultos se convirtieron en anhelantes de lo ajeno.  Todo el dolor infringido a la ciudadanía, debe tener un costo inmediato. A la vista están sus propiedades, que no pudieron adquirir a través de su salario en una obviedad evidente. Existe un llamado vomito negro, que significa que devuelvan lo robado. Hay que aplicarlo ya. Hoy antes de que se escapen. Erradicar el fuero que protege a los ladrones.

*** Don Ricardo Ahued es un hombre admirable, por su congruencia. Ha crecido mucho como político, aunque sus orígenes son empresariales. Cierra con broche de oro en la tribuna en la última sesión de la Legislatura que se va-“dictamen vergonzoso del Orfis sobre la cuenta pública”-y deja tan mal precedente. Un hombre de fortuna propia, que piensa como ciudadano. Una muy mala noticia es que no le interese más la política, pues se necesitan muchos como él.

*** El panista Alejandro Sairick Morante tiene un concepto muy claro, de lo que debe ser un diputado. Comparte la opinión, que sean preparados en todos sentidos y que tengan una verdadera vocación de servicio. Lo que le llevo a la política, es empresario, fue ver todas las atrocidades, arbitrariedades, negligencia de los funcionarios públicos empezando por el mismo gobernador. Lo expuso en su momento en tribuna, pero la mayoría comandada por el “jefe Callejas”, lo ignoraban y hasta abucheaban. Se lleva un conocimiento importante más, una experiencia reconfortante y si le llaman nuevamente a servir está dispuesto a cooperar, con la plena convicción de que las cosas pueden cambiar para el bien de la población. Así lo expresó en una entrevista, con Círculo Rojo del Periodismo Veracruzano.

*** Héctor Yunes Landa es patético. Tal vez algún familiar debiera convencerle, de guardar la forma que es fondo. Se le tiene no solo como corrupto, por los 600 millones que afirman recibió de Javier y de los cuales se apropió, sino como un traidor. Su bipolaridad política es riesgosa, pues un día atacaba a Duarte y al otro le besaba la mano.  No le vemos futuro político. Es de lo deleznable, que tendremos que evitar.

*** Minerva Salcedo Vaca, de Antorcha Campesina, no tiene vergüenza de exigir dinero cuando tiene una fortuna incalculable.  Por ejemplo se transporta en un Audi A6 o en sus camionetas Q5 Lobo y Patfinder del año, además de tres autos más que suman –aproximadamente- 6 millones de pesos. Así se las gasta la diputada.

***Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.

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