Duarte se hizo ladrón para curar su mediocridad y cretinismo

Acorralado
Javier Duarte de Ochoa
- en Avenida Principal, Carrusel

Señalética LadronY él decía que no tenía propiedades, decía que sólo dos casas, dos autos y una cuenta en Banorte. ¡Qué poca madre de sujeto! No se había visto semejante vileza en este país. Ahora se han descubierto las propiedades que tiene en España a nombre de su hermano Daniel Duarte de Ochoa: un hotel y dos departamentos en zonas exclusivas de Bilbao. Pero el cínico de Javier Duarte decía que no tenía propiedades en el extranjero.

Poco a poco irán saliendo más propiedades, porque ahora nos damos cuenta que este criminal que se hizo pasar como gobernador sólo vino a robar a nuestro estado. Desde que llegó a la administración pública su propósito fue dejar atrás sus tiempos en que repartía pan, sus tiempos en que era humillado por ser un donnadie por el ahora su socio Jaime Porres, esos días en que lo bajaban del auto en que viajaban los ricos con la excusa de “sobras uno”.

Desde esos días Javier Duarte fue guardando resentimiento, pero en contra de los que lo humillaban, sino un resentimiento cabrón en contra de sí mismo, de su mediocridad, de su cretinismo. Duarte pensó que todo eso lo curaba el dinero. Por eso se hizo ladrón, para curarse sus complejos.

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