Maryjose Gamboa / No podía ser de otra manera. Escondido en un foro de televisión, cobijado por una entrevista a modo, resguardado por un séquito de guaruras, listo para dejar el poder tal cual lo ejerció, como el delincuente que es, como el cobarde que siempre ha sido, como el mitómano que siempre será, y como el megalómano que intentó ser… Javier Duarte anunció a través de un noticiero, que se separa del cargo que nunca mereció ocupar.
Javier Duarte sale por la puerta trasera y hacia el único destino posible… su propio infierno. Ese infierno que con tanto esmero construyó para otros, pero que ahora será a él a quien le toque recorrerlo centímetro a centímetro, y vivirlo minuto a minuto… El infierno del exilio, del descrédito, de la incertidumbre, de la soledad, de la traición, y desde luego, tarde o temprano, de la prisión.
Ayer mismo se confirmaba que la noche anterior al anuncio, Javier Duarte se reunió con el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong para pactar una salida “airosa”, como si esta existiera… ¿A qué le llamará él una salida “airosa”’? ¿A no pisar la cárcel DE MOMENTO? ¿A lograr en una sesión amañada dejar como interino a uno de sus fieles lacayos como Flavino Ríos? No bueno, no cabe duda que el tipo vive en una realidad paralela desde hace mucho, que no conoce, que no tiene idea, que ni él mismo dimensiona la clase de infierno que construyó con sus acciones y omisiones, porque si así fuera ya se habría dado cuenta que de este NO HAY salidas, y menos “airosas”.
El Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, después de darse a conocer dicho anuncio, aseguró que en cuanto rinda protesta hará públicos una serie de documento y pruebas que cimbraran al país, y que irremediablemente conducirán a Duarte hasta una prisión. Ninguna duda cabe que así será, y que el mérito será suyo porque es él quien se ha enfrentado a un sistema corrupto y ruin, a un sistema que por proteger a uno dejó en la indefensión a millones, a un sistema al que no le importó nunca ni la miseria ni la injusticia de la que ha sido víctima un pueblo entero.
Pero mientras ese momento llega, porque va a llegar por más que quieran impedir que Miguel Ángel Yunes Linares ocupe el cargo que se ganó en las urnas para que no exhiba en su real dimensión la podredumbre detrás de Duarte, Javier Duarte no va a ningún paraíso aunque él no lo sepa aún. Porque una vida condenada a dormir con un ojo abierto y un pie fuera de casa, no es vida, y lo sabemos todos a los que nos ha perseguido hasta el cansancio. Porque una vida lejos de los tuyos, no es vida, y lo saben todos los que por su culpa han tenido que marcharse de Veracruz. Porque una vida marcada por la traición y la deslealtad de la gente en la que confiabas, no es vida, y lo saben aquellos a quienes él traicionó. Porque una vida en la que la DIGNIDAD, el VALOR, la CONVICCIÓN, la LEALTAD, la SOLIDARIDAD, el RESPETO, y la HUMANIDAD no valen nada, no es vida, y lo sabrá ahora que exija cualquiera de estas a sus “amigos” y no se las brinden porque tampoco las conocen.
Por lo tanto Javier Duarte, porque ya NO ERES ese “titulo” que le daba razón a tu existencia vacía y “seguridad” a tu mente perturbada, tu destino además de una celda oscura, triste, miserable, y ruin, es el infierno de llevar a cuestas el dolor de cada madre veracruzana que por tu culpa no podrá volver a abrazar a su hija o hijo, de cada periodista o activista al que vivo o muerto perseguiste y enlodaste, de cada persona que murió sin medicinas en uno de tus hospitales, de cada anciano al que condenaste a mendingar una pensión que era suya, de cada niño al que le quitaste la posibilidad de acudir a una escuela digna, de cada indígena muriendo de hambre y frío en un sierra, de cada familia que vivió el flagelo de un secuestro, de cada empresario que tuvo que entregarle años de trabajo y sacrificio a los delincuentes que siempre protegiste, de cada mujer asesinada por razones de género, de cada migrante mutilado por tu indiferencia y complicidad con los delincuentes, y de cada veracruzana y veracruzano al que le quitaste además de dinero, tranquilidad, y un trozo de dignidad.
Este es el infierno que construiste para ocho millones de veracruzanos, y este es el infierno del que no podrás escapar NUNCA vayas donde vayas, y cada día del resto de tu vida, lo irás descubriendo.
El “usurpador”…
Hace apenas una semana los diputados locales del PRI, cómplices de Javier Duarte en cada una de sus fechorías, rendían homenaje a Belisario Domínguez, el médico, activista social, y político que siendo Senador de la república pronunciara ante sus compañeros: “El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, la patria espera que la honréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por mandatario a un traidor y a un asesino”, refiriéndose a Victoriano Huerta.
Sin embargo ayer, los mismos que “honraron” al que enfrentó al usurpador, ungieron como Gobernador interino a un usurpador también, a uno cuyo único mérito para llegar al cargo, es haberse traicionado primero así mismo, y después a todos los demás que confiaron alguna vez en él… Sirviente fiel de Javier Duarte, fue quien ordenó arremeter en contra de los pensionados que se manifestaron en la Plaza Lerdo el pasado 23 de diciembre reclamando lo que por LEY les corresponde… Aquellas ancianas y ancianos que sin piedad fueron golpeados por elementos de la policía, mientras esperaban audiencia con el entonces Secretario de Gobierno.
Los diputados del PAN Ana Ledezma y Alejandro Zairick, y de Movimiento Ciudadano Cuauhtémoc Pola, denunciaron después de más de diez horas de conflicto en el congreso local, que el oficio con la solicitud de licencia de Javier Duarte estaba amañado. Que violaba el artículo 48 en relación al procedimiento para designar a un Gobernador sustituto, ya que en vez de convocar a una sesión extraordinaria para que todos los diputados locales emitieran su voto, fue la comisión permanente (con mayoría priista también) la que lo nombró.
Por lo tanto en medio de un proceso completamente ilegal, Flavino Ríos rindió protesta como Gobernador interino para asegurarse que cada canallada propuesta por Javier Duarte se cumpla hasta el último día de su infernal sexenio… Pero ¿Quién podría esperar otra cosa? Nadie hombre, por ende la buena noticia sigue siendo que tarde o temprano también a estos las llamas del infierno de corrupción y complicidad creado por Duarte, los alcanzarán.
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