En plena efervescencia electoral el diputado federal Fidel Kuri Grajales, dueño de la franquicia de los Tiburones Rojos, amenazó a los cuatro vientos que si perdía el PRI, se llevaría otra sede al equipo escualo. La historia ya la sabemos todos: perdió el PRI y su chantaje en eso se quedaron. Los mismos aficionados le dijeron que se estaba tardando para irse con un equipo irregular y de poca efectividad.
En el Congreso Federal, cuando coincidió con Miguel Ángel Yunes Linares, le salió lo callejero y lo reto a golpes: «Yo si te parto tu madre, a mí me la pelas» le dijo al firme y mesurado Yunes Linares. Hoy que sus cuates se enfrentan a la justicia y su amigo, el alicaído gobernador, ha pedido licencia.
Este “fino” y “distinguido” señor ahora sí se quiere ir con sus jugadores a otro lado. Pues como dice la canción del finado José Alfredo Jiménez, «porque estás que te vas y te vas y no te has ido». Que alguien le diga a Fidel Kuri que sus chantajes y berrinches ya están fuera de tiempo.
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