Libros para estómagos de acero III

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Libros para estómagos de acero, la tercera y última parte FOTO: CECILIA MUÑOZ
- en Opinión

Cecilia Muñoz / Hoy, por fin, se termina esta lista de Libros para estómagos de acero, originalmente creada por la booktuber María Antonieta como “El Booktag de la Tortura” y replicada por otros tantos de sus compañeros youtubers. Opciones, ofrecí varias, pero en ese medio llamado Booktube hay otras tantas. ¿Mi recomendación final? Tómelas, para que se entretenga.

Muerte que te haya dolido más

Como no se trata de dar spoilers, sólo diré que la muerte literaria que más me ha afectado este año se encuentra en las páginas finales de El Síndrome de Ulises, de Santiago Gamboa. En El Síndrome… seguimos las peripecias de un estudiante colombiano radicado en París y en constante estado de depresión, originado por su condición de extranjero. El “síndrome de Ulises” es, de hecho, como se le conoce al cuadro psicológico que afecta a los inmigrantes que viven las situaciones más extremas, como le ocurre a la mayor parte de los personajes de este libro, quienes para sobrevivir hacen de todo, desde lavar platos en un ambiente cargado de químicos irrespirables, hasta drogarse o prostituirse.

Algunos, sin embargo, no la pasan tan mal y los pequeños del triunfo de nuestro protagonista (de nombre desconocido hasta el final) son tan placenteros entre tanta desolación, que una vez cerré el libro, bajé del camión y fui a comprarme un helado. Lástima que cuando todo parece ir tan bien, el síndrome de Ulises se hace presente de nuevo. Aunque Ulises, al menos, volvió a su tierra…

Un libro que te gustaría que muriese entre terribles sufrimientos

Esta no es recomendación, sino queja, un honesto “sálvese quien pueda”, porque este libro está para llorar, pero de frustración: Besos entre líneas, encargado por la editorial Planeta a las booktubers Esmeralda Verdú y May R. Ayamonte. ¿La historia? La típica: Emma, adolescente que sufre mucho y que sólo encuentra consuelo en los libros, conoce a Eric, otro adolescente que sufre mucho y que sólo encuentra consuelo en la poesía de autores malditos y en ser un chico malo. Se enamoran casi al instante, por supuesto, pero antes de estar juntos ella ha de volverse una famosa booktuber y curarlo de su miedo a amar, todo esto rodeado de personajes sin ton ni son, creados únicamente para servir de puente entre Emma y Eric. Besos entre líneas es tan malo que al principio es gracioso, hasta que empieza a notarse que en la creación de este libro no se atravesó ni un solo editor ni un corrector.

Personaje de un libro que deseaste que muriese, pero no lo hizo

Por más que lo pensé, no se me ocurrió nadie que me hubiera gustado que muriese. Así que le pregunté a mi pareja y esto fue lo que respondió, sin duda alguna: “¡Los hermanos Vicario!”. ¡Claro! ¡Los hermanos Vicario de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez! Los mismos hermanos que se pasan un día completo anunciándole a todo el pueblo que van a matar a Santiago Nasar, al que culpan de haber desflorado a su hermana, Ángela Vicario. Yo, sin embargo, no estoy tan segura de haber elegido a los hermanos Vicario… después de todo, a pesar de la rabia por la injusticia cometida, ésta alimenta la magnificencia del final de Crónica de una muerte anunciada.

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