Jorge Flores Martínez / De los seis parece que por lo menos dos no son o dicen no ser priistas y que no han presentado la voluntad y el deseo de pertenecer a ese instituto político. Disculpen la confusión y majadería, pero es que tienen todo el aspecto de priistas, caminan, visten, hablan y saquean la hacienda pública como priistas recalcitrantes y pues al final eso debió confundir a las autoridades.
Pero aun así, el PRI siempre tan generoso con sus tres sectores, sus asambleas multitudinarias y eventos con miles y miles de entusiastas seguidores de las mejores causas y la torta y el jugo como canapé indispensable para acompañar sus memorables momentos envidia de todos, nos salen ahora con que solo son seis los suspendidos de sus derechos partidistas. ¿Dónde están las porras y los urras desgañitados de todos los duartistas? ¿Qué paso con las declaraciones de adhesión eterna a la fidelidad-próspera por los tiempos de los tiempos? ¿A poco resulta que solo seis son los que el PRI considera como elementos negativos para el partido? ¡Por favor! A mi sin apurarme y sin mucho esfuerzo, se me ocurren por lo menos dos docenas de distinguidos priistas que podrían sumarse a los seis ya procesados, muchos militando en otros partidos como el Verde, Ave o el Panal con la intención de confundir a las autoridades, pero que son más priistas que cualquier miembro del grupo Atlacomulco.
Ahora, sin el animo de ser escéptico, realmente los derechos retirados a Duarte, tres priistas y otros dos que ni siquiera pertenecen al partido son una vacilada por cualquier lado que quiera verse, por ejemplo: ya no podrán hacer carrera partidista; no podrán votar en procesos internos ni presentar iniciativas, proyectos o programas; no tendrán acceso a información pública del partido; no podrán participar en asambleas del partido, entre otros derechos retirados. Supongo que en este momento Duarte y los otros 3 supuestos miembros del partido estarán agonizando de la angustia al verse privados de tan indispensables derechos. Que ganas de vernos la cara tienen en todo momento, de la misma manera que Dante, al verse confrontado con su partido y “sufrir” una “afligida” reclusión por 12 meses sale absuelto porque el delito había prescrito en tiempo y con la victimización necesaria y la moral mínima indispensable para fundar un partido de izquierda que a la fecha le ha representado cientos de millones de pesos de dinero de nuestros impuestos.
Es posible que ese sea el plan de la fidelidad, después de todo un poco de cárcel a un político no le cae mal, muchos liderazgos reciben su dosis de victimas y perseguidos y en unos meses de reclusión salen dispuestos y con la absolución absoluta de todos sus pecados y cuentas a reconformar su apostolado al servicio del pueblo, ahora desde otra trinchera, pero siempre con el recurso público como combustible de sus ambiciones.
Solo seis cuando por docena es más barato, se quedaron cortos y los veracruzanos con las ganas, de verdad que al final al partido tricolor le dio miedo suspender a sus miembros involucrados en el desfalco a Veracruz, saben y están seguros que estos personajes en un dos por tres tienen el recurso y los medios para instalarse en cualquier otro partido y conformar ya sin la carga del desprestigio del PRI una nueva corriente que luche una vez más por la prosperidad y la fidelidad por Veracruz.
En hora buena, son unos genios y en el PRI saben que no es el desprestigio lo que los acalambra, saben que si le escarban tendrían que suspender los derechos a todos y cada uno de sus miembros y tal y como dice su líder supremo, nadie esta dispuesto a lanzar la primera piedra.
Somos unos torpes y susceptibles, la frase del presidente no iba dirigida al público en general, era un mensaje entre iguales y el que entendió, entendió.
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