El tercer misógino aberrante…

Xalapa, Ver. El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Sosa Hernández FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER.
- en Opinión

Maryjose Gamboa / Aunque los responsables de la barbarie, del desastre económico, del caos social que se vive en Veracruz, sean cientos de “servidores” públicos corruptos, ambiciosos e inhumanos, hay tres nombres en particular, que cada segundo del resto de sus vidas, serán señalados como los principales causantes del dolor, de la miseria, y de la injusticia, de un pueblo entero…  Sobre dos de ellos, Javier Duarte y Juan Nicolás Callejas, todo o casi todo se ha dicho, pero sobre el tercero, Alberto Sosa Hernández, quedan muchas, muchísimas líneas por escribir.

Las denuncias diarias y la realidad que enfrentan ocho millones de veracruzanos,  exhiben la manera en la que Javier Duarte desde el poder ejecutivo, y  Juan Nicolás Callejas desde el poder legislativo, han roto todas las leyes, todas las reglas escritas y no escritas… Pero esto se pudo haber evitado, o al menos minimizado, si el Presidente del tercer poder, el judicial, Alberto Sosa, hubiese tenido algún escrúpulo, algún respeto por la justicia que cínicamente aun dice “representar”.

Al igual que los dos primeros, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado, ha demostrado ser, como acertadamente la prima del Presidente Peña Nieto calificó a un Duartista, un misógino aberrante… Un sujeto desprovisto de cualquier principio ético o moral, que ha dejado a su paso por el Tribunal una estela de corrupción que debe ser investigada… Un tipo sobre el que además pesan serios señalamientos, como los que hizo el día de ayer la Magistrada Yolanda Castañeda, o hace unos años la Magistrada Concepción Flores Saviaga, durante años empleadas del poder judicial, y próximamente un grupo de 22 MUJERES ahora ex empleadas de dicho poder, en contra de las cuales Alberto Sosa ha arremetido con una saña descomunal.

Tan descomunal que los casos de dos de ellas (Sandra Bonilla y Griselda Herrera) está a punto de resolverse en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.  Respecto a las otras 20 mujeres, aunque no han acudido hasta esa instancia, podrían hacerlo en los próximos días, porque las violaciones a sus derechos en los procesos de despido, son tan claras que tarde o temprano el “representante” de la “justicia” en Veracruz, tendrá que responder por ellas y por muchas más… Si ha sido capaz de arremeter el Presidente del Tribunal Superior de “Justicia” en contra de Magistradas ¿Qué pueden esperar empleadas de menor nivel de cualquier Magistrado, o cualquier veracruzana que busca justicia de los jueces al servicio de Alberto Sosa?

Indefensas ante el arbitrario…

Junto con miles de expedientes en Veracruz, fue enterrada aquella frase de  Morelos: “Que todo aquel que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo proteja contra el fuerte y el arbitrario”…  Aquí ni una cosa ni la otra, porque el que debe escuchar, amparar, y proteger al indefenso, hace mucho que se decidió por el fuerte y el arbitrario, incluso, que se convirtió en un ser idéntico a él.  La única esperanza real de JUSTICIA está en los tribunales federales, y lamentablemente la mayoría de la gente por falta de recursos o conocimientos, terminan asumiendo la injusticia  como algo “normal”.

Lo declarado ayer por la Magistrada Yolanda Cecilia Castañeda no es un asunto menor, responsabiliza directamente a Alberto Sosa Hernández de lo que pueda ocurrirle a ella o a su familia. Nunca le perdonaron aquella declaración, cuando con Fidel Herrera iniciaba la tradición  perpetuada por Javier Duarte, de convertir en Magistrados a los seres más corruptos y serviles, a los más tramposos y manipuladores, para usar al poder judicial  como un manto protector de delincuentes y un brazo ejecutor de adversarios…  La Magistrada dijo: “En Veracruz ya cualquier pendejo puede ser Magistrado”, pero  obviamente más que a la “pendejez” en sí,  se refería a que el único requisito  para ocupar un cargo de tal relevancia era ser obediente y servil ante el gobernante en turno.

A la par de la Magistrada Castañeda,  cuando Alberto Sosa buscaba reelegirse como Presidente del Tribunal Superior de “Justicia” del estado, la Magistrada visitadora Concepción Flores Saviaga, advirtió que buscaría impugnar el proceso con todos los medios legales a su alcance, ya que se le negó el derecho a participar.  Señaló que días antes de la elección existieron transferencias bancarias para compra de votos, con lo que quedó claro quienes estaban detrás de Alberto Sosa, y porqué la Magistrada no pudo hacer más para evitar su reelección… Al igual que con la Magistrada Yolanda Castañeda, el aparato completo de “justicia” les cayó encima.

Pero hay un tercer caso, uno peor que los dos anteriores, el de una Magistrada que fue, y aun después de muerta,  sigue siendo castigada por su “rebeldía”, por declarar en el 2011 que Alberto Sosa Hernández era un CORRUPTO…. La Magistrada Haydee González Rebolledo.

En ese momento la Magistrada fue obligada a retractarse de sus declaraciones con todo tipo de bajezas. No lo hizo. Lo más que obtuvieron es que no volviera a declarar al respecto aunque siempre mantuvo su dicho. Pero poco tiempo después, cuando ella falleció, empezó la persecución en contra de su hija Haydee Campos González, quien desde antes que su mamá fuera Magistrada, ocupaba el cargo de Secretaria de Estudio y Cuenta adscrita a la Sala Constitucional, puesto del que fue despedida a través de un montaje… Primero le avisan que la despidieron y no puede pisar más su oficina, y luego la acusan de faltar cinco días. Después de un largo litigio un juez federal ordena que la reinstalen pero Alberto Sosa dice NO.  Es mujer, y no se queda callada, motivos suficientes para que un misógino aberrante, la tome en su contra.

Además de esto, entre los “pendientes” de Alberto Sosa, está una denuncia del Sindicato Democrático de Empleados del Poder Judicial  ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por discriminación…109 millones de pesos aportados por 2,500 empleados desde el año 2010,  no fueron transferidos al instituto de Pensiones, siendo Sosa el responsable de ello.  Los 200 MILLONES DE PESOS que gasto en la nueva sede del Poder Judicial (revestido de mármol, con elevador propio, jacuzzi, y comedor) mientras los juzgados no tienen ni baños dignos. Y la investigación por los 2 MIL 500 millones de pesos,  que presuntamente le prestó a Javier Duarte, provenientes de un fondo auxiliar para pagar sueldos, o  que obtuvo probablemente de otras cuentas, porque hoy ni el dinero de las fianzas y reparación del daño en los casos en los que la ley contempla se devuelvan, es entregado en los juzgados con el argumento que NO HAY, aunque ese dinero TAMPOCO es suyo.

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