En la primera plana del periódico Reforma, en su edición del jueves, se habla de la justicia a modo que imparte el PRI. Eso lo señala porque, si bien se busca la expulsión de Javier Duarte de ese partido, se ha dejado intactos a cinco diputados federales de ese partido y a dos diputados locales electos en Veracruz.
Los nombres ya los conoce usted: Édgar Spinoso, Alberto Silva, Jorge Carvallo, Tarek Abdalá, Adolfo Mota, Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo. Por supuesto si hablamos de peces gordos, estos son los más gordos. Cada uno de ellos fue funcionario de Javier Duarte; cada uno de ellos tiene acusaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación de estar involucrados en hechos ilícitos; cada uno de ellos se enriqueció de manera descomunal.
Para Reforma estos sujetos deberían correr la misma suerte que Javier Duarte, pues ellos participaron en el saqueo que se llevó a cabo en Veracruz. Pero a éstos el PRI los protege, es más hasta les ordena que no den entrevistas para que no se vayan a ir de la lengua.
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