Los camiones se llenaron de jóvenes, muchos no llegan ni a los 18 años, el chiste es hacer algo, total, no hay prisa. Algunos llegaron fumado y con aliento alcohólico, pero eso no interesaba, lo que importaba era llenar los camiones, esos vehículos instrumento del tan mentado acarreo.
Hoy, el considerado el peor gobernante que ha tenido Veracruz dio el Grito de Dolores; su voz de pito, chillona hasta más decir, gritó las loas a los héroes que nos dieron patria. Los pensantes, los críticos, los maestros, jubilados y pensionados no asistieron, no vale la pena hacerle el caldo gordo a un hombre que es considerado traidor y corrupto.
Hoy el gobernador en desgracia dio el Grito, pero no el grito que enaltece a los mexicanos; hoy este sujeto dio el grito de la desvergüenza.