Dijo la rectora Sara Ladrón de Guevara en su Tercer Informe de Labores: «Juntos cada uno de nosotros en su espacio, con sus responsabilidades, capacidades y sus legítimas ambiciones, constituimos una comunidad que ha demostrado que no se rinde ante las adversidades, que no se agacha ante el poder que se quiere imponer injustamente, que sabe mantenerse firme y señalar con franqueza lo que está mal».
La rectora dio su informe teniendo como invitado especial al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares quien la ha respaldado en estos últimos meses. Javier Duarte, por obvias razones, declinó la invitación. Cabe mencionar que si bien en este momento la rectora dice que «no se agacha», habría que recordarle que en un principio fue agachona.
Algunos entendían esta tibieza de Sara Ladrón de Guevara como la prudencia de un funcionario que esperaba que el silencio y la sumisión obligaría al gobierno a mirarla con conmiseración para soltarle algunos pesos de los millones que le debía. Pero el caso es nunca les pagaban, que todas las reuniones que UV y gobierno tenían quedaban en promesas de pago que nunca se cumplían.
Ahora Sara tiene el respaldo del gobernador electo, quien ese sí, nunca se agachó. Ahora es fácil decir que no se agacha ante las adversidades, pero hay que recordarle que ante muchos agravios, ella se agachó.
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