Para todos aquellos que se preguntaban quién era el artífice de la reunión entre Peña Nieto y el enemigo número uno de los mexicanos, Donald Trump, pues el periódico Reforma en la edición de este día no revela la respuesta. El responsable de la grandiosa idea fue Luis Videgaray, el secretario de Hacienda y amigo del presidente (con esos amigos quién necesita enemigos).
La idea de invitar al candidato republicano a México surgió días después de que se conocieron los resultados de las calificadoras Moody’s y Standard & Poor’s; para revertir el informe de las revisiones de las calificadoras, Videgaray propuso enviar un mensaje a los mercados y, de acuerdo con Proceso, «calmar los temores que existen sobre los impactos en la economía mexicana de un eventual triunfo del candidato republicano a la Presidencia».
A pesar de que se consultó a la canciller Claudia Ruiz Massieu y que ésta mostrara su desacuerdo, nada pudo hacer, pues al parecer el presidente estaba decidido a “encarar” a Trump.
La historia de esta reunión ya todos lo saben: el presidente se vio tibio y fortaleció una campaña que iba en picada; Trump aprovecho la ocasión para, en la casa de los mexicanos, burlarse de Peña Nieto; se rumoraba la salida de Ruiz Massieu, pero ya fue desmentida, y sobre todo, quedó algo muy en claro: En Peña tenemos a un presidente muy manipulable.
Tal pareciera que Videgaray está operando para el candidato republicano, no se entiende de otro modo; todo indica que en Los Pinos, el enemigo es de casa. Vaya gente con la que se rodea el presidente, con esos amigos no hay posibilidades para el 2018, porque tal vez el costo económico sea favorable, pero el político fue fatal.
Ojo con ese «dequeísmo» en la redacción y uno que otro pequeño error de concordancia.