Pero X. González insiste en echar leña al fuego, acusando ahora al secretario de Gobernación de estar negociando con la CNTE, lo que para él significa dar un «incentivo perverso» a esta organización. Claudio X. González sólo quiere salir victorioso, no le importa la educación y mucho menos el futuro de los niños de este país.
A él sólo le interesa no ser una anécdota histórica en la que se diga que un grupo de maestros disidentes lo derrotó a pesar de todos sus millones, a pesar de todas sus influencias. Empresarios como él son los que tienen a este país de rodillas, porque para ellos la educación debería servir para formar lacayos útiles y sumisos.