A lo que el trovador cubano responde: «Es una pena que por un tema fundamental como la enseñanza corra la sangre. Quien no respeta a los maestros es un pobre diablo que no se considera ni a sí mismo. En todas las memorias pervive aquel maestro que un día nos encendió una luz, o varias. ¿Cómo se puede disparar contra eso?
Vaya que el autor del Unicornio azul sabe que sin la participación del maestro, el ser humano no podría alcanzar el progreso integral en su persona; ojalá y las autoridades mexicanas aprendieran un poquito de este poeta de la canción. Les dejamos el enlace de la entrevista completa: http://www.jornada.unam.mx/2016/08/21/espectaculos/a15n1esp