Rafael Velasco Fernández

Rafael
Rafael Velasco Fernández / Foto: UV
- en Opinión

Sergio González Levet / El 6 de mayo de 2006 se iban a cumplir 150 años del nacimiento de Sigmund Freud, y como era y siempre he sido reportero, se me ocurrió entrevistar a alguien que me pudiera dar luz sobre el padre del psicoanálisis. Y en Xalapa ese alguien tenía que ser necesariamente el psiquiatra más reconocido de Veracruz y uno de los más connotados de México, así que le llamé al doctor Rafael Velasco Fernández.

Como era usual en él, me contestó de inmediato y con toda amabilidad me dijo que con gusto me concedía la entrevista, aunque me pidió que tomara en cuenta que él no era un especialista en el tema del sicoanálisis, porque su formación era como psiquiatra clínico.

Imaginará la perspicaz lectora, adivinará el plácido lector que lo “poco” que sabía el doctor Velasco sobre Freud en realidad fue “mucho”, al grado tal que más que una entrevista yo creo que me concedió una conferencia magistral, como las muchas que dio sobre temas de su especialidad.

Ahí me contó que no obstante que le tenía un cierto respeto al psicoanálisis, el consideraba que muchas veces se caía en un exceso de psicologismo y se hacían a un lado pruebas clínicas y científicas para diagnosticar los problemas de conducta.

Recuerdo que me comentó que la ciencia psiquiátrica estaba tan avanzada que en el futuro se iban a hacer medicamentos sumamente específicos para los trastornos mentales, y que, por ejemplo, habría pastillas contra la depresión, pero diferentes de acuerdo con la causa original, así que se podrían tomar remedios contra la tristeza patológica originados por un problema amoroso, o por falta de trabajo, o por soledad, etc.

En verdad que platicar con el doctor Velasco era una experiencia inolvidable, y yo a menudo recuerdo aquella entrevista que me regaló sobre otro gran personaje de los estudios de la mente humana.

Como es obvio, este excepcional psiquiatra recibió innumerables distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas dos doctorados honoris causa, el de su casa la UV y el de la Universidad de Quebec en Canadá, y como un reconocimiento a su gran labor, el Instituto Veracruzano de Salud Mental lleva orgullosamente su nombre.

El duelo es mayor, porque con el sentido fallecimiento del doctor Velasco este domingo 7 a los 89 años, Veracruz pierde a uno de sus cerebros más connotados. Nos queda como remedio para el desconsuelo que don Rafael nos dejó tres legados:

El primero, su bonhomía, que lo llevó a formar una amorosa familia y un gran círculo de amigos para los que era entrañable.

El segundo, su eficiencia, su productividad y sus resultados como funcionario en los importantes puestos que tuvo a lo largo de su carrera. Entre ellos: Rector de la Universidad Veracruzana, Director General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Coordinador del Consejo Nacional contra las Adicciones, Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la Secretaria de Educación Pública y Secretario de Salud del Gobierno del Estado…

Y el tercero, su obra publicada, casi una decena de libros y multitud de ensayos y artículos en los que destacó particularmente con el tema del tratamiento de las adicciones, en el que era considerado el mejor en México.

Como colofón a esta vida admirable, podemos decir que Rafael Velasco Fernández fue bueno en todo, hasta para jugar futbol en su juventud.

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