No se crea usted que al fiscal de Veracruz le urge exculpar al gobernador electo de las absurdas denuncias de Javier Duarte, quien después de ir a la PGR, seguramente acudirá a la Corte de la Haya a denunciarlo también y si no le hacen caso se irá a la corte “Interplanetaria”; el caso es estar chingando.
Al parecer todo es parte de un show mediático en el que el fiscal ha aceptado ponerse su traje de bufón para participar en esta que parece una obra de teatro shakesperiana. Esta acción de Luis Ángel Bravo deja nuevamente en claro que nunca ha poseído autonomía en su trabajo; su labor en la Fiscalía siempre ha estado supeditada a los caprichos de su Nerón veracruzano.