Antiaborto: Perversas intenciones

Aborto
Feministas y religiosos se enfrentan a gritos en el Congreso del Estado para influir en la decisión de diputados locales de rechazar o aprobar, respectivamente, la reforma al artículo cuarto de la Constitución de Veracruz, que penaliza el aborto
- en Opinión

Salvador Muñoz / Qué bueno que ya se van estos diputados… porque en una de ésas, capaz de que penalizan “las chaquetas”, el coitus interruptus y hasta la menstruación, por romper con el propósito divino de la concepción.

Han de disculpar los lectores, pero creo que la única intención que se tiene con la reforma al Artículo Cuarto de la Constitución local, que busca proteger la vida desde su concepción, tiene otra finalidad y creo que ésta, es totalmente perversa, más perversa que pensar que con una “chaqueta” alguien se va a quedar loco o le van a salir pelos en la mano… sí, es vieja esa leyenda como retrógrados los votos de ayer de nuestros diputados.

II

Me llaman la atención algunas cosas respecto a esta reforma.

La primera: Es una iniciativa de un “hombre”. Lo entrecomillo no porque intente insultar al Ejecutivo, sino porque me parece increíble que sea un varón quien hable de ello. A menos que al llevar a cabo su propuesta haya sido apoyado por mujeres de diversos ramos, porque no bastaría verlo desde una perspectiva jurídica, de salud, moralista, también de educación, economía y hasta psicológica, bajo el riesgo de que me falten otras.

La segunda: ¿Qué hacen monjas en el Palacio de Encanto durante la sesión legislativa de ayer? No quiero sonar ofensivo, pero cómo pueden defender la vida si su religión les prohíbe engendrarla argumentando conceptos de virtuosismo y sacrificio.

La tercera: El juicio de Belén Fernández del Puerto, al llamar “asesinas” a quienes abortan, desde la comodidad de una curul, es más fácil pero a la vez me sorprende, porque ella, como directora del DIF municipal de Veracruz que alguna vez lo fue, debe entender mejor a la mujer que está a ras de suelo, y no tanto a aquella que, antes de una sesión en el Congreso, su vida gira en torno al vestido, zapatos y peinado que ha de llevar…

III

He platicado con la Mujer. Estoy convencido de dos cosas: el día en que deje de funcionarme la tatema (a lo mejor por los juicios que hice en el punto II, algunos ya lo consideren así), quiero retirarme en paz de esta vida.

Creo en la eutanasia. Creo firmemente en que si uno, como persona, está consciente de que medicinas y aparatos, sólo te hacen estar vivo pero no sentir vivo, está en el libre derecho a decidir descansar.

He hecho cálculos pero no echo cálculos… aún; pero haciendo números, si no me da azúcar, cáncer o tengo un accidente o me maten, creo que tengo una probabilidad de vida útil otros 25 años y exagerando, quizás unos 30… pero en verdad, quiero decidir cuándo descansar y no estar a expensas de un “Cuando el Señor disponga”… pero… creo que de acuerdo a la reforma que se da al Cuarto de nuestra Constitución local, estaría cometiendo en este momento el delito de “intento de homicidio”, porque de acuerdo a su letra, se trata de proteger la vida, “desde su concepción hasta la muerte natural”.

IV

En fin… nadie me quita de la cabeza que la pretensión perversa con esta reforma al Cuarto Constitucional local, es la de garantizar que quienes hoy saquean a Veracruz, hoy insultan la inteligencia de los veracruzanos, hoy rompen con el libre albedrío de la mujer, ¡tengan descendencia para seguir chingándonos!

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