Comenta muy puntualmente nuestro amigo y colaborador Francisco Licona: «Entre las acusaciones del gobernador electo de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares y las respuestas de Arturo Bermúdez solo falta un pequeño detalle: LA VERDAD…». Por supuesto uno acusa y el acusado niega las acusaciones, dejando a los ciudadanos en un marasmo de incertidumbre.
Si bien las pruebas ayudan a comprobar la verdad, habría que investigar para verificar si esas pruebas son contundentes. Sin embargo, en el caso de la riqueza de Bermúdez Zurita o la fortuna de Javier Duarte de Ochoa o de Gina Domínguez o de Gabriel Deantes o de Vicente Benítez, basta asomarse a la realidad de Veracruz, quizá entre esa realidad encontremos esa verdad que tanto urge.
A ellos les dieron en custodia millonarios recursos para hacer crecer al estado en su economía, seguridad, educación, salud, entre otros rubros. La realidad muestra que esos dineros no se ocuparon para ello, entonces, ¿dónde está ese dinero? De repente ellos surgen como magnates de los negocios, con propiedades por todos lados. En la realidad, querido Paco, en la realidad está la verdad.
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