Coneval acusa al INEGI de modificar indicadores de pobreza; siguen sin entender que ya no se puede gobernar a través de la simulación

Pobreza
Pobreza FOTO: WEB

EncuestasSi en algo se ha caracterizado la administración federal encabezada por Enrique Peña Nieto es en simular. Ese ha sido el sello de este gobierno: simula que investiga la desaparición de normalistas; simula que investiga el conflicto de interés entre Los Pinos y el grupo Higa, a pesar de tener como mayor evidencia una casa blanca de varios millones de dólares; simula que abre diálogo con maestros de la CNTE; simula al prometer que no habrá más gasolinazos y que los mexicanos pagarán menos por los servicios de gas y luz eléctrica, en fin, en casi todo ha simulado.

Pero en lo que no ha simulado es en disminuir los índices de pobreza en el país, bueno, al menos en las cifras, porque en la realidad sabemos que los mexicanos somos cada día más pobres, y que los sectores que viven en pobreza extrema cada día son más y más. Y es que de acuerdo con el portal de Proceso en su edición en línea, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Coneval, «arremetió hoy contra el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al acusarlo de modificar de manera unilateral, sin “documentos de carácter técnico”, ni debate previo, sus variables de medición de la captación de ingresos de los hogares mexicanos».

En otras palabras, lo que pretende el INEGI es presentar un informe alentador con cifras e indicadores maquillados para que éstos sean utilizados en discursos oficialistas, muchos de ellos para el presidente, como usted podrá imaginar, y así pretender un mostrar un panorama alentador y, ahí sí, utilizar al método de la simulación. Ahora sí, como dirían los clásicos, «arriba el Norte, y si no le gusta, pues voltee el mapa», al cliente lo que pida. El INEGI ahora sí se vio mal, tal vez el responsable quería hacerle un favor al patrón, lástima que la realidad ya no se pueda esconder en un discurso lleno de simulaciones.

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