En qué manicomio cabrán esos 128 alcaldes que suscribieran una carta dirigida al presidente Peña Nieto y al secretario Osorio Chong en apoyo a Javier Duarte. Los alcaldes, en sus delirios, dicen que Javier Duarte los apoyó siempre (hasta la puerta les cerraba en Finanzas) y que con él se consiguió la paz social en Veracruz.
Los alcaldes piden que el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, «calme sus ansias y asuma su responsabilidad de respetar cabalmente los tiempos establecidos». En su locura colectiva, los alcaldes reafirman su respaldo solidario a Javier Duarte y se comprometen a «caminar a su lado hasta el último día de su gestión como titular del Poder Ejecutivo de Veracruz».
Lo que a los alcaldes se les olvida es que así como van las cosas, el único camino que le queda a Javier Duarte y a sus secuaces es la cárcel; pero al cliente lo que pida, si esos 128 alcaldes se comprometen a seguir el camino de Duarte, pues habrá que preparara otras celdas para estos solidarios ediles.
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