La Fiscalía de la simulación

Fiscalía
Francisco Portilla Bonilla / Foto: De interés público
- en Opinión

Aurelio Contreras Moreno / Concluido el plazo para el registro de los aspirantes a ser nombrados como titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción estatal, lo que queda de manifiesto es que, como en todo lo sucedido este sexenio en Veracruz, el proceso es una burda simulación. Aunque no exenta de roces entre los mismos integrantes del círculo duartista.

La tarde de este miércoles, el abogado Jorge Reyes Peralta, el favorito de la “fidelidad”, anunció que no buscaría ser fiscal “anticorrupción”, cargo para el que se le perfiló la semana pasada desde los medios de comunicación.

Aunque no dio a conocer la verdadera razón, ésta es fácil de interpretar. En este espacio se publicó la semana anterior que sería interesante ver cómo interactuaba Reyes Peralta con quien hubiese sido su jefe, el fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras, con quien en mantiene diferencias públicas irreconciliables a raíz de los litigios enderezados por el abogado porteño en contra del empresario cordobés José Abella García, dueño del periódico “El Buen Tono”.

Antes de ser funcionario público, Bravo Contreras fungía como abogado de Abella García y de su cuñado Carlos Guraieb, inmiscuidos ambos en varios escándalos legales, entre éstos una acusación por fraude y simulación de actos legales por parte de los propios familiares de Guraieb, a su vez, clientes de Reyes Peralta.

El 6 de febrero de 2013, el malogrado aspirante a fiscal “anticorrupción” denunció a Bravo Contreras ante la entonces Procuraduría de Justicia del Estado por violar la Ley de Transparencia y ejercer indebidamente el cargo de consejero del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, ya que por su actuación y participación en los escándalos y procesos legales contra Abella y Guraieb, incumplía -según Reyes Peralta- con el requisito de “gozar de buena reputación y prestigio profesional”.

Incluso, Reyes Peralta también acusó a Bravo Contreras de participar, junto con José Abella y el en ese momento secretario de Gobierno y hoy flamante diputado local plurinominal electo del Partido Verde, Gerardo Buganza Salmerón, en una “cofradía” dedicada a “extorsionar ciudadanos cordobeses, involucrándolos en diferentes delitos”.

Por todo ello, era francamente impensable que Luis Ángel Bravo accediese a trabajar, aunque fuese su subordinado, con Jorge Reyes Peralta. De acuerdo con el periódico porteño Notiver, el fiscal general del estado le presentó su renuncia al cargo al gobernador Javier Duarte de Ochoa por ese motivo, por lo cual, habría dado marcha atrás en su intención por enquistárselo al próximo mandatario de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares.

Ahora todo indica que ese triste papel lo desempeñará ahora el ex alcalde de Córdoba Francisco Portilla Bonilla, quien de última hora renunció a la Secretaría General del Congreso del Estado y se inscribió como aspirante a fiscal “anticorrupción”.

No hay que ser pitonisa para adivinar que Francisco Portilla va a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción a lo mismo que originalmente iría Jorge Reyes Peralta: a simular que hacen justicia, a entorpecer la actuación de la próxima administración y a proteger a los que se van.

No han entendido nada.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *