Lo anterior con referencia a la aprobación de la ley 3 de 3. Los distinguidos senadores de estos partidos no quieren entender, ni aprenden la lección de la derrota del pasado 5 de junio, donde se quedaron sin camiseta. Su terquedad al aprobar una versión light de esta ley, donde busca a toda consta proteger al funcionario para que no esté obligado a revelar sus datos “muy personales”, se ha ganado un caudal de reproches en las redes sociales.
Y es que la sociedad mexicana ha cambiado, cada día es más exigente con los funcionarios, ahora se rige por la premisa de que «el que nada debe nada teme». Ni modo, ni cómo ayudarles.
