En la oficina del perfumado secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, se está dando un efecto de bola de nieve gracias a la manera irresponsable cómo se maneja —o se descuida, mejor dicho— una situación que en principio era algo pequeño y relativamente insignificante. Pero eso insignificante, si se maneja mal, aumenta de forma exponencial en tamaño y lo hace a un ritmo más rápido y envolviendo todo a su paso.
El conflicto con los maestros disidentes de la CNTE comenzó sólo en Oaxaca, ahora se suman estados como Guerrero, Chiapas, Michoacán, Tabasco, Ciudad de México, y amenaza también en Veracruz. Por el manejo del conflicto se ha podido observar que la característica de Nuño Mayer es el enfrentamiento, la coacción y la amenaza. Coacciona con correr a los maestros, con suspenderles el pago y ahora pretende revisar las nóminas de todas las entidades.
Por el momento, los dirigentes magisteriales de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y del Frente Amplio Social Unitario (FASU), se han sumado a las protestas por la detención de los líderes de la CNTE. Es más, le han dado una bandera muy atractiva a Andrés Manuel López Obrador, para que los maestros se identifiquen aún más con Morena. A ver cómo termina esto.
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