Despanzurrar la elección, burla al pueblo

Édgar Hernández* / 

¡Gabriel Deantes, el gran traidor; Duarte devastado, enfermo y sin respaldo alguno!

Hay terror en las filas duartistas.

El pasado domingo cinco de junio ya entrada la noche dos Suburban llegaron a las calles de Nezahualcóyotl, en Las Animas y en cuestión de minutos, cuatro personas atascaron asientos y la parte posterior  con cajas de huevo perfectamente selladas con cinta canela, muy parecidas a aquellas que salían en las madrugadas atascadas de dinero de un diario jalapeño hacia Córdoba.

Fotografías en poder de este reportero consignan ese extraño apresuramiento al pie de la “Casa Mióna”, propiedad de Gabriel Deantes quien este miércoles presentó de manera por demás sorpresiva su renuncia como Secretario del Trabajo del gobierno del de Javier Duarte.

Una dimisión que se da en el marco de una avalancha declarativa del lado priista demandando el voto por voto, casilla por casilla.

72 horas después “descubren” irregularidades y violaciones electorales que benefician al virtual gobernador electo Miguel Angel Yunes Linares. Se pretende despanzurrar la elección sea por la vía de una legitimación a Héctor Yunes Landa o la anulación electoral.

¿Por qué tardaron 72 horas en reaccionar?

Gabriel Deantes a lo largo del sexenio se caracterizó por ser el operador electoral de toda contienda municipal, estatal y federal.

Traído a Veracruz por su primo Alberto Silva Ramos, Deantes caracterizó su gestión electoral por ser el comprador de votos levantando la puja electoral a tres mil 500 millones de pesos por jornada comicial.

No había quien resistiera un cañonazo de Gabriel, ese vendedor de celulares en Tamaulipas, su tierra natal, quien un día le pide al Cisne le eche una mano con el jefe ante quien llega con humildad tal que se convierte, al igual que Vicente Benítez, en el más confiable para el manejo millonario “por fuera” de los recursos públicos.

Es Gabriel Deantes, quien aplica la simpleza de un pesito para los votantes “otro pesito para mi bolsillo”.

Así, se hizo de una de las más grandes fortunas –muy cercanas a las de Fidel y Javier- las cuales tradujo en negocios millonarios, residencias en lugares de privilegio y destinos vacacionales, así como edificios de lujo como el “Orizaba” y el más nuevo “Cumbres Animas” donde no se escatimó en gastos.

Un sinfín más de propiedades y cuentas bancarias –incluidas las de su familia que supuestamente le heredaron en cheques 30 millones de pesos- de las cuales hemos dado cuenta en este mismo espacio, confirman sus riquezas inconmensurables.

Sus alianzas de negocios en materia electoral tampoco tienen par.

Sofisticada maquinaria electoral con un valor superior a los 500 mil dólares le permitieron tener siempre a tiro de impresión 300 mil boletas que inclinaban cualquier elección por difícil que fuera.

Así era el trato, así la tolerancia permitiendo se llevara el dinero a carretadas a cambio de mantener la supremacía priista.

Para la que acaba de sucederse, la del pasado domingo, el encargo fue igual: apoyar al PRI en apariencia pero inclinar la balanza en favor de Morena.

Sin embargo, ante el crecimiento y simpatía ciudadana por Miguel Angel Yunes Linares lo cual apretó la elección, Deantes decidió ir por la tercera vía.

Tratando de ganar impunidad y evitar la cárcel negocia de última hora. Entrega su capital y operación electoral a la alianza PAN-PRD descubriéndose el entramado la misma tarde del 5 de junio.

Ello provoca el enojo exacerbado de la federación dispuesta a llevar ante un juez ante el perdedor Javier Duarte.

De manera simultánea en el PRI estatal se teje un inopinado revire buscando violentar la ley electoral y obligando al OPLE a detener la entrega de la constancia de mayoría que acredite a Yunes Linares como ganador legítimo.

Entra la marrullería de Manlio Fabio Beltrones.

Mientras Felipe Amadeo Flores Espinosa se suma a la exigencia de la anulación de la elección y, en paralelo, le juega a la víctima Héctor Yunes Landa quien un día después de reconocer no estar favorecido -6 de junio-, 48 horas después se desdice y entra en contradicciones.

Para estos ya no valió de nada el aval del OPLE que acredita y da fe de la ventaja de Yunes Linares hecha por el PREP y sin escrúpulos violenta la ley electoral.

Pero lo más grave es la pretensión de confundir y ofender a la ciudadanía. Es un agravio contra una mayoría que sufragó en favor de Yunes Linares.

Lo que viene estará en manos del Tribunal Electoral que pudiera estar colocado a modo para favorecer al PRI o al mismo gobierno de Javier Duarte, anulando la elección y dejando que el nuevo Congreso del Estado designe a un gobernador interino que convoque a elecciones a partir del primero de diciembre los siguientes 12 meses.

Ello en la consideración legal que ni Héctor ni Miguel Angel ni Cuitláhuac podrán participar –ni los que ya jugaron- en un gobierno de 12 meses.

Antes deberán sucederse elecciones municipales y la misma renovación del Congreso local cuyos diputados solo van por un año de gestión legislativa.

Vaya desmadre.

Aquí la reflexión obligada es ¿Por qué al descubrirse el mismo 5 de junio la traición de Gabriel Deantes esperaron 72 horas para fraguar una nueva burla ciudadana?

¿Quién o en qué momento permitió la revisión de los paquetes electorales en resguardo del ejército o es que el tamal de los 90 mil votos ilegales se descubrió antes?

¿Y Miguel Angel Yunes?

Bueno, pues él tiene copia de todas las sábanas, es decir, de todas las actas de escrutinio, avaladas por todos los partidos políticos que respaldan su triunfo y dado el margen de ventaja la ley electoral lo protege de una eventual apertura de todas las urnas para el conteo voto por voto.

Por tanto la elección será imposible revertirla o anularla.

Ello a pesar del nuevo mensaje del gobernador Javier Duarte, quien de manera inopinada la vuelve a emprender contra su férreo enemigo Yunes Linares ¿Dónde queda pues el mensaje de conciliación al que aludía anteayer?

Se entiende que para él y su grupo es difícil, muy difícil entender que su juego se acabó y que el siguiente paso es un lugar donde continue su dieta, pero ahora obligada.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo