Ni duda cabe que las acciones últimas de Javier Duarte, su capricho por querer montarse en la campaña de Héctor y las revelaciones de su corrupción y el excesivo gasto que le da a sus placeres, daña la imagen del candidato del PRI.
No obstante, si hacemos un poco de memoria, llegaremos al momento en que el mismo Javier Duarte fue artífice de los ataques en contra de Héctor Yunes, y es que Héctor nunca ha sido el candidato de Javier Duarte.
El gobernador actual siempre quiso con Alberto Silva, pues en él veía una prolongación de su miasma corrupta. Es por ello que lo promovió hasta el descaro. En este momento algunos columnistas afirman que el candidato de Javier Duarte es Cuitláhuac García; difícil de creer.
Pero sea que se haya puesto de acuerdo con el candidato de Morena o no, por supuesto que a Duarte le convendría que Cuitláhuac fuese gobernador de Veracruz; un Cuitláhuac que ha dado a entender que no tiene caso ir tras Duarte, ¿para qué si ya se va? A Javier le convendría un gobernador como Cuitláhuac porque en esencia ya se parecen un poco.
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