Andrés Manuel López Obrador, el líder nacional de Morena, siempre ha mostrado su desacuerdo con la Reforma Educativa; el político tabasqueño no pierde la oportunidad para descreditarla. Gracias a ello se ha echado de enemigo al titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño, quien lo enfrenta constantemente sin recibir respuesta del exjefe de gobierno capitalino, pero ha también encontrado aliados importantes en algunos sectores del magisterio nacional.
Ahora, en una propuesta que muchos encontrarán atractiva, promete que en los estados donde resulte ganador el partido Movimiento de Regeneración Nacional, la tan cacareada Reforma Educativa de Peña Nieto va para abajo: «Cuando triunfe Morena en Hidalgo, en Oaxaca, en Veracruz, en Zacatecas, en los estados donde hay elecciones y va a haber gobernadores de nuestro movimiento; se va a cancelar la mal llamada reforma educativa».
Además, aprovechó el momento que vive el país para tomar el estandarte de la CNTE y su diálogo con el Gobierno Federal: «Los maestros pidiendo dialogo y en cualquier país, en cualquier región del mundo, cuando hay un conflicto lo primero es que se abre el dialogo entre las partes. Es algo elemental, es uno de los principios de las organizaciones de derechos humanos de la ONU».
Por lo pronto, los presagios del gabinete peñanietista sobre el “peligro” que representa López Obrador para su reforma en educación se ven cada día más cerca. No dude usted que en fechas cercanas se desate, desde los voceros no oficiales del gobierno, llámese Televisa, una campaña de desprestigio contra el presidente nacional de Morena, de eso puede estar usted seguro.
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