Medellín, Ver. “La formación que me otorgó la Universidad Popular Autónoma de Veracruz me cambió la vida porque los conocimientos que me dieron los asesores solidarios voluntarios modificó aquello que no funcionaba en mi vida y el resultado fue una transformación radical en mi existencia”, dijo José Guadalupe Rivera Hernández de 37 años de edad, egresado de la licenciatura de Ingeniería Industrial.
En ese sentido, señaló que los ingenieros industriales organizan procesos y cuando quitan aquello que resta valor, eso ayuda a modificar la situación, por lo que si esa acción se traslada a la vida diaria, el cambio en la acción cotidiana es notable. Agregó que anteriormente no existía la oportunidad de estudiar como ahora con esa casa de estudios que tiene como objetivo ser una vía educativa universitaria para los que dejaron truncos sus estudios.
“Cuando era infante lo que quería era dedicarme a lo que mi padre se dedicaba, que era trabajar en la industria y la vida me llevó por esa ruta, con lo que cumplí con el sueño infantil pero aún más, la labor en las factorías me dio la posibilidad de conocer procesos de producción y eso fue lo que me guio a estudiar la carrera de Ingeniería Industrial en la UPAV”, señaló.
El estudiar en la UPAV, expresó, unió mucho a su familia porque cuando se encontraba preparando sus exposiciones, realizando tareas o trabajos escolares, sus hijos le cuestionaban sobre lo que hacía y el explicaba cada paso que debía realizar como estudiante de esa casa de estudios, “eso les motivaba, incluso algunos temas los compartía con ellos, había una sinergia extraordinaria entre mi familia y yo; ello propició que entendieran aún más el porque me esforzaba y les robaba tiempo que debía dedicárselo a ellos. Mi esposa me decía que se privaban de mi presencia pero que el resultado sería adecuado cuando concluyera”.
Detalló que cuando llegó a la universidad del pueblo a estudiar tenía 12 años de trabajar en una industria y al recibir la teoría de parte de los asesores solidarios la aplicó con las personas que se encontraban bajo su mando en su área de trabajo, lo que le permitió optimizar recursos, elevar la productividad y reducir lashoras hombre por producto realizado, lo que le dio el plus que requería.
Dio a conocer su satisfacción consigo mismo, con su familia y sobre todo con todas las personas que se encargan de desarrollar ese proyecto educativo que ha transformado la vida de muchos veracruzanos y de comunidades, porque desde el rector Andrés Blancas, coordinadores, directivos, asesores solidarios y empleados administrativos son los que facilitan las acciones educativas para que el objetivo de la institución se cumpla.
“A quienes deseen prepararse solo quiero decirles que tienen que sacrificar muchas cosas, pero eso redunda en buenos resultados; que estén dispuestos a poder dar todo lo que tengan de su parte para poder realizar su proyecto de vida con esta institución; por mi parte estoy muy agradecido y comprometido con ella y si en un momento tengo la oportunidad de transmitir mis conocimientos a las nuevas generaciones de estudiantes, lo haré con gusto y responsabilidad porque es mi alma mater, la que me cambió la vida”, finalizó.
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