Todo funcionario público, desde el más alto nivel hasta el de medio pelo, jefes de área o direcciones, debe entender que el respeto y la consideración hacia los trabajadores y al público está en primer lugar. El salario del funcionario es pagado con dinero de los contribuyentes y éste a su vez debe contribuir con un buen trato y una esmerada atención hacia el público que demanda el servicio.
Es una lástima que Natalia Lendechy Velázquez no haya entendido que para durar en algún puesto se requiere trabajar en equipo. Esta exfuncionaria olvidó que es necesario escuchar las demandas de todos los compañeros de trabajo, desde el que abre la puerta de la oficina hasta los subalternos.
El trato debe ser rápido y eficaz, no se puede dejar a la gente esperando y de pie en las oficinas. La palabras por favor, gracias, te lo agradezco, siempre debe estar presente. La remoción de Lendechy Velázquez del cargo de directora del plantel Xalapa del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Veracruz (Icatver), debe debería ser un llamado de atención para todos los que sirven en la administración pública.
No se pueden usar los recursos de los veracruzanos para beneficio personal. Por eso, el día de ayer el director general, Víctor Hugo Moctezuma Lobato, prefirió removerla del cargo y llevar la fiesta en paz con el sindicato de trabajadores del Icatver. Por cierto, hoy jueves los trabajadores reanudaron labores desde temprana hora.
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