Nuestra querida compañera Rosalinda Sáenz se acuerda de aquellos años en que el gobierno sí tenía madre, y se acordaba para bien de las madres de otros: «Qué tiempos aquellos en que se llegaba esta fecha y el gobernador de turno enviaba a las mamás reporteras un pastel o un obsequio. Hoy no hay dinero, (juran y perjuran), no se recuerda el día y mandaron pura chingada, sinónimo de pura madre».
Todavía por ahí alguien le contesta a Rosalinda: «No hay día de nadie , para los políticos que nos gobiernan los festejos se terminaron hace varios años, son tan miserables que les pagamos las comidas de sus cumpleaños y fiestas privadas, la boda de sus hijos, sus viajes y hasta la comida de sus casas sale de nuestros impuestos, no se diga la colegiatura privada ,las gasolinas y un gran etcétera, los nuevos zares están en la política y espero algún día ver con mis propios ojos que todo esto termine».
En pocas palabras todos coincidimos que este gobierno no tiene madre.
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