No se puede estar de acuerdo con la campaña de desprestigio que se pretende infringir al candidato de Morena, Cuitláhuac García, quien es exhibido en años más mozos toreando en la xiqueñada.
Se puede no estar de acuerdo con el maltrato a los animales, sin embargo no se ve implicado al Cuitláhuac en ninguna especie de maltrato; que mal se ve esa radicalización de los pseudodefensores de los animales, quienes mientras comen su hamburguesa de Burguer King lamentan el maltrato de los toros y linchan a los que ven la fiesta brava como un deporte.
Pero tampoco se puede estar de acuerdo con la reacción intolerante de los llamados “pejezombies”, neolopezobradoristas que no permiten que se toque a su candidato ni con el pétalo de un reclamo. Para ellos Cuitláhuac García es cuasi perfecto, un estandarte de la honestidad, el gran tlatoani, un clon de Andrés Manuel López Obrador, un iluminado.
Y cuidado con que alguien le señale algún defecto, porque el señalador debe ser quemado en la hoguera de la injuria, y si es periodista debe ser llamado “chayotero”, vendido, lamesuelos. Ni los unos, ni los otros nos merecen respeto.
Bueno y ¿luego? Ni si ni no, sino todo lo contrario, ya no saben que hacer
En esas fiestas, se sueltan los toros y la gente puede entrar a torearlos es la fiesta anual del pueblo
No se dañan los ?