Uno de los equipos de mayor arrastre entre la fanaticada vuelve a quedarle mal a su afición. El Cruz Azul no califica ni en el mediocre octavo lugar de 18 equipos. Muchos cruzazulinos creían que con la llegada del Jefe Boy, las cosas funcionarían mejor. Falsas esperanzas, ni con su gran conocimiento del tema de futbol, sus constantes actualizaciones, su apego al trabajo y esa capacidad para hacer y convencer al grupo, lograron que despertar a un grupo de muñecos de trapo que por momentos nos hizo creer en futbol del difunto Nacho Trelles.
Y es que se llegó a creer que esta liguilla era la buena. La Máquina Celeste llevaba hasta la fecha 12 un paso sólido y ganador, que hizo incluso que la fiel afición Azul regresara al estadio a compartir esa alegría que se brindaba a una de las aficiones más fieles del futbol mexicano. Ni hablar otro fracaso más gracias a la timorata actitud de directivos, entrenadores y jugadores.
Debe haber un espacio de reflexión en cruz azul, los que se tengan que ir que se vayan; lo que se tenga que cambiar que se cambie, pero esta situación no puede ni debe continuar. La afición es fiel, sólo falta que el equipo ponga su parte y haga su trabajo.
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