Y es que se llegó a creer que esta liguilla era la buena. La Máquina Celeste llevaba hasta la fecha 12 un paso sólido y ganador, que hizo incluso que la fiel afición Azul regresara al estadio a compartir esa alegría que se brindaba a una de las aficiones más fieles del futbol mexicano. Ni hablar otro fracaso más gracias a la timorata actitud de directivos, entrenadores y jugadores.
Debe haber un espacio de reflexión en cruz azul, los que se tengan que ir que se vayan; lo que se tenga que cambiar que se cambie, pero esta situación no puede ni debe continuar. La afición es fiel, sólo falta que el equipo ponga su parte y haga su trabajo.