Vestimenta tradicional mexicana, transmisor de conocimiento e identidad

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René Ramírez Ordóñez ha logrado durante 55 años una colección de más de 300 trajes regionales de distintas partes del país

Xalapa, Ver. “El vestido proyecta lo más íntimo de nuestra identidad. Refleja los cambios sociales y políticos, el impacto ambiental, la solidez de la herencia cultural, el potencial económico, la creatividad e inventiva y el desarrollo de la ciencia y la tecnología”.

La importancia del atuendo cotidiano y festivo es puesta de relieve en estos términos por René Ramírez Ordóñez, quien a lo largo de 55 años ha logrado una colección de más de 300 trajes regionales de distintas partes del país para mostrar a México y al mundo la riqueza cultural de un pueblo a lo largo de los siglos.

Egresado de la Escuela Normal Veracruzana, fue integrante del Ballet Folclórico Veracruz y de la Compañía de Danza Folclórica de la Universidad Veracruzana (UV), director del Ballet de la Universidad Pedagógica Veracruzana (UPV) y encargado de los talleres libres de la UV.

Pero la actividad a la que durante décadas ha dedicado su mayor esfuerzo es el coleccionismo de indumentarias. Desde 1961, ha logrado este importante conjunto de trajes y piezas sueltas, del cual derivan a su vez varias colecciones, como La China Poblana, historia de un símbolo, que ahora se exhibe en el Centro Recreativo Xalapeño.

La colección con trajes típicos de Veracruz –detalla el experto- se llama Así viste mi pueblo; la de Puebla, El hilo de la tradición; la de Chiapas, Telar de palabras; la de Oaxaca, Paisajes tejidos de Oaxaca, y la del Istmo de Tehuantepec, Mujer de encaje, de seda y sol; cada una consta de entre 50 y 60 trajes.

Estas colecciones han visitado instituciones culturales en México, además de festivales y encuentros internacionales como el Carnaval Indígena de Ambato, Ecuador; la feria de Montpellier, Francia, y el Festival de las Culturas del Mundo, en Gannat, Francia.

La China Poblana, historia de un símbolo surgió de la investigación que Ramírez Ordóñez realizó sobre este personaje. Este legendario traje, apuntó el coleccionista, ha ido evolucionando a lo largo de los años.

“El estereotipo femenino de la China Poblana ha generado gran cantidad de versiones sobre su origen y evolución. Esta exposición presenta una secuencia cronológica e iconográfica que cronistas, escritores, viajeros extranjeros y nacionales, pintores y poetas han reseñado”.

Sin embargo, “gracias al color, a la forma, al fondo de la indumentaria tradicional, de manera intrínseca pervive su forma más íntima, al grado de convertirse en un ícono nacional, que habla de fuerza de la cultura popular”.

Esta colección puesta a consideración del público xalapeño tiene como propósito “difundir nuestros valores como mexicanos y que desconocemos completamente, a través de la indumentaria y su vínculo estrecho con las etapas de la historia de nuestro país”.

La exposición La China Poblana, historia de un símbolo está abierta al público del 20 de abril al 20 de mayo en la sala Alicia Ávila de Fernández, el Centro Recreativo Xalapeño, ubicado en la avenida Xalapeños Ilustres 31, zona centro.

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