Si como dicen varios analistas, incluyendo a Pascal Beltrán del Río —uno de los más serios—, que el PRI puede perder Veracruz, la culpa sería de Javier Duarte. Dice Pascal Beltrán del Río en su columna de este día en Excélsior: «El desastre provocado por el gobierno de Javier Duarte es un lastre de tales proporciones para el PRI que éste sale incluso peor parado en los sondeos que su candidato a gobernador, Héctor Yunes». A muchos no les queda duda de que Javier Duarte ha hecho todo lo posible por echarle a perder la elección a Héctor Yunes Landa. De modo que Héctor no sólo contiende en contra de Miguel Ángel Yunes y Cuitláhuac García, sino también en contra de Javier Duarte. Falta mes y medio, y quienes conocen los activos electorales del PRI saben que pueden remontar las aparentes diferencias que las encuestas muestran. A estas alturas, la cabeza de Javier Duarte ya tiene precio. Si gana Héctor Yunes, Javier Duarte, por todas las trapacerías que le ha hecho, no va a tener dónde meter la cabeza; en caso de que ganase Miguel Ángel Yunes, no habría hueco en la tierra donde el gobernador pudiera caber para esconderse. Lo dicho, la cabeza de Javier ya tiene precio.
La cabeza de Javier Duarte ya tiene precio
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